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Flatbread o pan plano crujiente de patata, Gruyère y crema agria. Receta fácil y rápida

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Flatbread de patata

Las recetas de masas saladas nos pueden solucionar muchas comidas y cenas informales cuando no estamos especialmente creativos en la cocina. Esta receta de flatbread o pan plano crujiente de patata, Gruyère y crema gria me gusta porque es sencillísima, no requiere ningún levado ya que no lleva levadura, y queda muy bien con todo tipo de ingredientes.

He utilizado crema agria sobre la masa al estilo de muchas Flammkuchen alemanas, que usan Schmand como base para recetas de este estilo. Es un lácteo cremoso denso de sabor suave, de fácil digestión gracias a los fermentos lácteos que incorpora. La patata queda bien en esta masa tan fina, siempre que las cortemos en rodajas no muy gruesas para asegurarnos de que no queda cruda en el horno.

Ingredientes para 1 ración grande o 2 pequeñas

  • Para la masa: 125 g de harina de trigo de repostería, 15 ml de aceite de oliva virgen extra, 60-65 ml de agua, orégano, ajo granulado, sal y pimienta negra.
  • Para el relleno: 4 cucharadas de crema agria o Schmand, 1 patata mediana, 50-70 g de queso Gruyère, tomillo seco, pimienta negra y sal.

Cómo hacer flatbread o pan plano crujiente de patata, Gruyère y crema gria

Precalentar el horno a 220ºC y preparar una bandeja adecuada. Disponer en un recipiente la harina con el aceite y orégano y ajo granulado al gusto. Salpimentar y echar 60 ml de agua. Empezar a mezclar, añadiedo algo más de líquido si hiciera falta. Amasar y formar una bola ligeramente húmeda, pero no pegajosa. Tapar y dejar reposar 5 minutos o envolver en plástico film si vamos a continuar más tarde.

Lavar la patata y cortar en rodajas muy, muy finas, con un cuchillo muy afilado o usando una mandolina. Estirar la masa muy fina dándole forma ovalada y colocar en la bandeja de hornear. Cubrir con la crema agria y repartir encima la patata. Salpimentar y repartir por encima el queso rallado. Añadir tomillo al gusto y hornear durante unos 15 minutos.

Flatbread de patata. Pasos

Tiempo de elaboración | 30 minutos
Dificultad | Muy fácil

Degustación

El tamaño de este flatbread o pan plano crujiente de patata, Gruyère y crema gria es perfecto para compartir entre dos para una cena no muy contundente, o acompañando una buena ensalada. También podemos servirlo como aperitivo o picoteo para compartir cortado en porciones pequeñas, y está rico incluso a temperatura ambiente, si lo llevamos de excursión.

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Las 31 recetas que aprender antes de independizarse

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Albóndigas

Sabemos que hoy en día los jóvenes tardan cada vez más en independizarse, de hecho somos de los europeos que más tardan en abandonar el hogar paterno. Pero ese día termina llegando para todos y nos enfrenta a la realidad de las simples tareas cotidianas, entre ellas, la cocina. ¿Estás planeando en vivir por tu cuenta pero los fogones no son lo tuyo? Estas son las 31 recetas que tienes que aprender antes de independizarte. Una vez dominadas las técnicas y pasos básicos, no te costará nada aumentar poco a poco tu recetario.

La cocina sigue siendo una asignatura pendiente para muchos, sobre todo los platos más caseros, los del día a día. Cuando uno se independiza puede sobrevivir al principio a base de menús del día, precocinados y pedidos a domicilio, pero todo tiene un límite. Nuestra madre podrá regalarnos algunas tarteras con sus delicias de vez en cuando, pero conviene que empecemos pronto a cocinar por nuestra cuenta, estableciendo unas rutinas. Puedes aprender esta selección de recetas básicas en un mes para organizar tus menús completos.

1. Salsa de tomate casera

Salsa de tomate

Es tentador utilizar sólo salsas comerciales, y hay algunas excelentes, pero en ningún hogar debería faltar la salsa de tomate casera. Es fácil de preparar y se puede conservar muchos días en la nevera o más tiempo en el congelador. Por eso merece la pena invertir un rato en cocinar una buena cantidad para tener reservas durante un tiempo.

El sabor de la salsa de tomate casera no tiene nada que ver con una comprada de supermercado, y nos sirve para mil cosas. Puede acompañar platos de carne y pescado, combinarse con verduras, enriquecer guisos y potajes, o podemos disfrutarla con pasta o arroz cocido. Deliciosa también con patatas, incluso se puede dar un toque picante. Cuando dominéis la receta estaréis haciendo vuestra propia versión ajustando la cantidad de ingredientes al gusto.

2. Sopa huertana

Sopa Huertana

Las sopas son platos de batalla indispensables en cualquier cocina casera. Apetecen más en invierno pero son tan nutritivos y reconfortantes que merece la pena disfrutar de sopas todo el año. Una buena receta para tener a mano es la sopa huertana, llamada así porque las protagonistas son las verduras y hortalizas de huerta, como el puerro, la patata, la zanahoria o el nabo.

Es una receta básica porque por sí misma ya es un lujo de plato, a pesar de su humildad, estupendo para servir como primer plato o como cena ligera pero saciante. Además se puede variar adaptando las verduras de cada temporada o enriqueciéndola con algo más de sustancia, como por ejemplo con la clásica variante de sopa de pollo casera. Unos fideos y un poco de carne de ave la convierten en un plato de lo más completo.

3. Sopa minestrone

Sopa Minestrone

Es sin duda un plato esencial en la cocina italiana del que hay muchas versiones. Mi madre cocina su propia receta todo el año, y es que es un plato completísimo, fácil y delicioso. En esta receta de sopa minestrone combinamos verduras de estación con alubias blancas y pasta corta en un plato de cuchara que merece más reconocimiento del que suele tener.

Saciante, nutritiva y además apta para vegetarianos si usamos caldo de verduras, esta sopa se puede hacer más contundente en los meses fríos o más ligera cuando ya aprieta el calor. El toque final del queso parmesano rallado aporta la guinda definitiva a una receta que se convertirá en un básico de tu repertorio habitual.

4. Crema de calabacín y zanahoria al curry

Crema de calabacín y zanahoria al curry

Las cremas de verduras son para mí idispensables en los menús cotidianos. Qué infeliz era cuando de niña ponía mala cara a las cremas de mi madre, hasta que un día se me ocurrió probar la de calabacín y quedé convertida para siempre. Hay mil opciones diferentes, pero la crema de calabacín y zanahoria al curry me gusta especialmente por dar un toque distinto a la receta más típica, y porque está buenísima.

Hay quien sigue teniendo tirria al color verde en platos de cuchara, así que combinando el calabacín con zanahorias y las especias de curry conseguimos un tono anaranjado mucho más apetecible. Se puede hacer más o menos picante y ajustar la textura al gusto, aunque a mí siempre me han gustado más espesitas y cremosas. Caliente sienta de maravilla y templada también sabe muy bien, es perfecta para todo el año.

5. Croquetas de pollo y jamón

Croquetas

Nadie hará mejor las croquetas que tu madre, pero no tienes que depender de sus tarteras para toda la vida si quieres disfrutar de este clásico de nuestra cocina. Aprende a dominar la técnica de unas croquetas perfectas y podrás presumir cuando tengas visitas en casa, y nada mejor que practicar con la receta de las croquetas de pollo y jamón de Franis Paniego.

El chef es un reconocido maestro de las croquetas y su receta es infalible para conseguir esa textura cremosa y suave del interior, con un rebozado fino y crujiente, nada graso, en el exterior. La misma técnica se puede aplicar a unas croquetas de pescado, de marisco, de quesos o de chorizo, hay mil opciones para probar.

6. Tortilla de patatas con cebolla

Tortilla de patatas

Seguimos con otro plato que seguro es esencial para muchos en cualquier recetario, la tortilla de patatas con cebolla. O sin cebolla, no entraremos en la eterna discusión, lo importante es encontrar nuestra receta de tortilla española perfecta en la que confiar siempre que nos haga falta.

Y es que una buena tortilla casera, más o menos jugosita, fina o gordita, viene bien en casi cualquier ocasión. Para empezar una comida, para la cena con un poco de salsa de tomate y pan, como aperitivo o almuerzo, para una cena de picoteo con amigos, para llevar o para preparar bocadillos... Lo dicho, ningún hogar sin su receta de tortilla de patatas.

7 Ratatouille o pisto de verduras

Ratatouille

Nos pasamos a Francia con uno de sus platos clásicos, el ratatouille, que no es más que una versión de nuestro pisto. Recetas de pisto también hay tantas como familias -o casi-, con sus variantes regionales, pero lo importante es que es un plato de verduras fabuloso que se puede combinar de mil maneras durante todo el año.

Hay quien añade mucho tomate, otros prescinden de la berenjena o del calabacín, se le puede añadir calabaza, dejar las verduras más enteras o que casi estén deshechas. A mí me gusta hacer cantidades industriales cuando me pongo a ello, congelo una parte y tengo restos para toda la semana. En verano está buenísimo servido frío y acompaña muy bien carnes, pescados y huevos.

8. Albóndigas en salsa española

Albondigas

Las albóndigas gustan a grandes y pequeños, también se pueden congelar sin problemas y son ideales para llevar al trabajo en la tartera. En esta receta de albóndigas al horno en salsa española nos ahorramos además la fritura, haciendo que sean más ligeras y evitando el engorro de freír que siempre da algo de pereza.

La salsa española es otro básico de los recetarios tradicionales que no guarda ningún misterio. Se requieren ingredientes sencillos para preparar una salsa espesa que viste de maravilla a las albóndigas y que nos hará mojar pan. Se pueden completar con patatas o arroz para hacer de esta receta un plato de los más completo.

9. Patatas a la riojana

Patatas a la riojana

Las patatas a la riojana son un plato habitual de diario en el norte de España, pero también han conquistado a comensales de otras regiones. Mi madre de hecho las prepara en versión vegetariana sin el chorizo, aunque para muchos eso sea poco más que un sacrilegio.

Patatas, chorizo, pimiento verde, pimientos choriceros, cebolla, pimentón... Es sin duda un plato humilde, pero tremendamente reconfortante y saciante. Según la receta puede incorporar ajo y guindilla, más o menos embutido o quedar más o menos caldoso. Es conveniente prepararlas el mismo día o justo la víspera, y siempre dejando el guiso reposar un poco antes de degustarlo.

10. Lentejas guisadas

Lentejas

Entramos ya de lleno en el apartado legumbres, un básico de nuestra dieta que nunca deberíamos olvidar cuando nos independizamos y empezamos a cocinar. Las lentejas suelen ser la primera elección cuando uno empieza en los fogones, y no deben asustar ni al más novato pues preparar unas clásicas lentejas guisadas es más fácil de lo que se suele creer.

En cada casa se le da su toque especial y cada región aporta su personalidad local, pero en cualquier caso preferimos recomendar una receta más ligera de lo que se asocia a un platazo de lentejas. Hoy no hace falta cargarlas de grasa y embutidos, así tendremos un plato muy saludable y completo que podemos cocinar a menudo sin problemas.

11. Alubias estofadas

Alubias

Alubias, judías, habichuelas... hay muchos nombres para ellas y muchas variantes, desde las sencillas blancas hasta las pintas, las negras o los grandes judiones. Unas buenas alubias estofadas siempre son agradecidas por los estómagos hambrientos, en este caso además preparadas en olla rápida.

La receta utiliza caricos, una variedad roja cántabra, pero nos sirve cualquier otra alubia similar de temporada. Es un plato sencillo con verduras que se trituran aparte para dar consistencia al estofado, dejando una salsa que está para mojar pan. Si queremos hacerlo más completo basta con agregar un puñado de arroz y algo de carne.

12. Garbanzos guisados

Garbanzos guisados

Completan el trío de nuestras legumbres más tradicionales los garbanzos, en este caso con una receta sencillísima de garbanzos guisados. Otro plato estupendo para llevar o congelar, que puede servirnos para empezar el menú o como comida completa si servirmos una buena ración bien acompañada.

La receta se prepara en poco tiempo si ya tenemos los garbanzos cocidos, así que no es un sacrilegio tener en la depensa algunos tarros de legumbre en conserva, siempre que sea de calidad y sin ingredientes añadidos extraños. En verano además vienen muy bien para hacer ensaladas de legumbre bien completas, pues combinan de maravilla con casi todo.

13. Estofado de cerdo con menestra de verduras

Estofado de cerdo

La carne de magro de cerdo es igual de válida que la clásica de ternera para cocinar guisos como este estofado de cerdo con menestra de verduras. Es del tipo de recetas sencillas que serán un éxito si apostamos por ingredientes de verdadera calidad, como el vino que juega un gran papel en la salsa.

14. Ternera con guisantes y zanahorias

Ternera con guisantes

También de toda la vida es la receta de ternera con guisantes y zanahorias, una buena manera de combinar carne de calidad con verduras, que podemos usar congeladas si son buenas, o apostar por producto fresco si estamos en temporada. Estamos ante otro guisote de los que ganan en sabor pasadas las horas, así que es buena idea cocinarlo la víspera o dedicar la tarde del domingo para llenar la tartera del trabajo durante la semana.

15. Pollo asado con manzanas y setas

Pollo Asado

La carne de pollo es muy socorrida en cualquier casa, por su precio y su versatilidad, además de ser poco grasa. Una preparación esencial es al horno, como en esta receta de pollo asado con manzanas y setas, toda una delicia. Las setas podemos cambiarlas por otro vegetal según la temporada, pero yo no recomiendaría prescindir de la manzana.

Lo bueno del pollo es que podemos cocinar una pieza entera si somos muchos en casa, o simplemente usar piezas sueltas a conveniencia, como cuartos traseros, muslos o contramuslos. La piel es poco recomendable para comerla pero sale mucho más sabroso si la dejamos durante el horneado. También podríamos prepararlo con piezas de pavo o con picantones.

16. Pollo al curry en 10 minutos

Pollo al Curry en 10 minutos

Todos sabemos hacer un filete de pollo a la plancha o empanado, pero a mí me gusta más utilizar las pechugas para cocinar recetas como este pollo al curry en 10 minutos. Con los ingredientes preparados, realmente se tarda poquisímo tiempo en tener listo un plato de lo más sabroso, ideal para acompañar con arroz blanco aromático para aprovechar la rica salsa.

17. Merluza en salsa verde

Merluza en Salsa Verde

Algunos recién independizados suelen descuidar el pescado en sus menús semanales, por lo que conviene recordar algunas de las recetas más tradicionales y sencillas como la merluza en salsa verde. Con materia prima de calidad es un auténtico manjar, ya que además podemos enriquecerla añadiendo almejas o espárragos blancos. Para mojar pan.

18. Dorada al horno con patatas

Dorada al horno con patatas

Los pescados al horno son muy socorridos porque apenas entrañan dificultad ni preparación. Si pedimos al pescadero que nos facilite la tarea dejando las piezas listas para asar, no tenemos muchas más excusas para no preparar al menos una vez a la semana recetas como la dorada al orno con patatas. En mi casa nunca fallaba durante mi infancia.

Podemos añadir algunas verduras o tomate a las patatas, y dar otro toque al pescado con un poco de sidra o de cava, pero en cualquier caso, es una receta imprescindible. Quedará muy bien también con lubina o rosada, incluso con besugo o lomos de bacalao. Eso sí, si podéis encontrar lubina o dorada fresca de mar, el resultado frente a las de piscifactoría no tendrá ni punto de comparación.

19. Bonito con tomate

Bonito con Tomate

Entre las preparaciones más sencillas para cocinar el pescado azul tenemos la simple plancha o parrilla, o las brasas de la barbacoa para ejemplares como las sardinas, pero si queremos un plato con más sustancia no hay nada como el bonito con tomate. Ideal para cuando está de plena temporada, también queda muy bien con atún e incluso con emperador. Podemos usar la salsa de tomate casera que vimos al principio.

20. Arroz cremoso con mejillones

Arroz con mejillones

Enlazamos el mar con los arroces con esta receta de arroz cremoso con mejillones. Puede sonar intimidante para los más novatos, pero es de las que nos gustan: fácil, rica y barata. El mejillón es de los mariscos más económicos del mercado y a veces un poco olvidado, pero puede regalarnos platazos como este arroz que además es de lo más saludable y completo.

21 Arroz al horno

Arroz al Horno

Las recetas típicas de arroces, especialmente los levantinos, asustan a veces un poco, pero recetas como el tradicional arroz al horno no son difíiles de dominar y te harán sentirte como un gran chef. Es un clásico valenciano que demuestra que hay mucho más allá de la paella, receta que puede costar algo más de experiencia perfeccionar.

22. Paella de verduras

Paella de verduras

Como murciana que soy, murciana de familia huertana, no puedo evitar sentir predilección por platos como la paella de verduras. Mi madre y mi abuela solían cocinar las verduras de la huerta con conejo o con costillejas, a veces con el humilde pollo, pero las versiones totalmente vegetarianas como estas también son toda una delicia, sobre todo usando productos de temporada.

23. Receta fácil y rápida de fideuá

Fideuá

Si nos cansamos del arroz pero nos apasiona el marisco, no hay nada como una buena fideuá, en esta ocasión además con su versión rápida y fácil. Todo un señor platazo para quedar como un rey si tenemos invitados en casa, sin necesidad de sacrificar toda la mañana en la cocina. Hay quien prefiere un fideo más fino, pero el grueso es otra opción muy sabrosa que además gana mucho con el sabor del caldo casero.

24. Macarrones gratinados a la boloñesa

Macarrones gratinados

Es raro el hogar que no tenga sus recetas de pasta habituales, esas que se suelen repetir uno o dos días a la semana. A mí me encanta probar recetas nuevas pero reconozco que hay algo de reconfortante en esos platos de pasta típicos que siempre cocinaban nuestras madres. Y no hay nada que reconforte más que unos macarrones gratinados a la boloñesa. La** pasta al horno es una auténtica delicia** que aquí además se convierte en plato completísimo gracias a la sustanciosa salsa.

25. Pasta a la carbonara tradicional

Carbonara

Poniéndonos más tradicionales en cuanto a gastronomía italiana, merece la pena aprender a preparar una salsa carbonara tradicional. No, no lleva nata, la auténtica salsa se elabora con huevo, panceta, queso y poco más. Claro que las versiones sacrílegas con lácteos también están muy ricas, pero prueba la receta verdadera y verás por qué es tan querida en Italia.

26. Tagliatelle con pesto y espárragos

Tagliatelle al pesto

La alternativa habitual a las salsas de tomate para acompañar pasta es el popular pesto genovés. Elaborarlo casero es muy fácil y nos permite ajustar los ingredientes a nuestro gusto. Una buena manera de disfrutarlo es en una receta como estos tagliatelle con pesto y espárragos, delicios combinación de pasta con verduras.

27. Pizza casera

Pizza

Es demasiado fácil recurrir a pedidos a domicilio cuando nos entra el antojo de pizza, o llenar el congelador con precocinadas, pero no se pueden comparar a una receta de pizza casera. No es difícil aunque requiera un poco de planificación, y con el proceso en vídeo seguro que os termináis de animar a intentar la masa por vosotros mismos. Los ingredientes para completarla ya pueden ir a vuestro gusto, hay miles de opciones para no cansarnos nunca y disfrutar de este pequeño placer gastronómico en casa.

28. Arroz con leche tradicional

Arroz con Leche

Entramos en los postres que todo el mundo debería dominar si quiere llevarse la nostalgia golosa cuando se independiza. El arroz con leche tradicional es de esas recetas que nos recuerda a nuestra infancia, con ese olor tan rico que inundaba la cocina cuando nuestra madre se ponía manos a la obra delante del fuego. ¿Te gusta más líquido o más espeso? En cualquier caso, una tentación que merece la pena preparar por uno mismo.

29. Natillas caseras

Natillas

Otro postre típico donde los haya, y aún más fácil que el anterior, son las natillas caseras, con su imprescindible galleta y su sabor a vainilla. La textura cremosa y suave tradicional no es difícil de conseguir, y cuando las hagas por primera vez te sorprenderá lo fáciles que son y lo poco que cuesta darse el capricho en casa. Lo complicado es no prepararlas cada día.

30. Tarta de manzana en quince minutos

Tarta de Manzana

Ideal si tenemos visitas, la tarta de manzana en quince minutos será fija en tu recetario para ocasiones especiales en las que no hay mucho tiempo para invertir en un postre. Si la repostería no es lo tuyo te encantará descubrir tus dotes de pastelero con esta deliciosa y sencillísima tarta, que puedes acompañar con helado o nata montada para darle un acabado más profesional.

31. Bizcocho de yogur

Bizcocho de Yogur

Para finalizar este recopilatorio, no podía faltar el clásico bizcocho de yogur que se repite en tantos hogares. Con pequeñas variaciones según cada familia, es un básico de la repostería casera perfecto para tener un desayuno o merienda golosa. Además se puede variar con distintos aromas, añadiendo fruta o chocolate, o incluso usarlo como base de tartas más elaboradas.

Si te vas a independizar próximamente puedes empezar a practicar en los fogones con estas recetas básicas que agradecerás aprender antes de dejar la casa familiar. Son platos sencillos, esenciales para el día a día y que te permitirán organizar menús semanales variados. Muchas recetas además se congelan perfectamente y la mayoría permite hacer variaciones al gusto, para ir engrosando tu recetario. ¿Cuáles serían tus recetas imprescindibles?

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Cómo hacer las mejores patatas fritas del mundo mundial

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Mejores Patatas Fritas Mundo Mundial

Desde niño, las patatas fritas han sido para mí uno de esos manjares que podía disfrutar con recetas de carne, de pescado, con huevos... Por eso, hoy quiero daros las pautas para mejorar vuestras patatas fritas. Después de leer estos consejos, cuando sepáis cómo hacer las mejores patatas fritas del mundo mundial, veréis que es una tarea muy sencilla que podéis llevar a la práctica cada vez que queráis disfrutar de verdad con este ingrediente.

En el fondo, se trata de conseguir unas patatas muy crujientes en su exterior y jugosas y algo cremosas en su interior. Para lograr esas patatas perfectas, tendremos que freír las patatas en dos tiempos y en dos temperaturas diferentes, aunque hay otros factores que también comentaremos que pueden influir en el resultado. Preparad un par de sartenes, las patatas, un buen aceite y vámonos a la cocina.

Ingredientes para 4 personas

  • 4 patatas medianas, aceite de girasol o de oliva, sal

Cómo hacer las mejores patatas fritas del mundo mundial

Las patatas

Obviamente, en la elaboración de las patatas fritas, es importante la elección del ingrediente principal, la patata. Para hacer patatas fritas, las mejores variedades son las Monalisa y la Kennebec, entre otras. Por lo menos, hay que comprar patatas que sean para freír y no de las variedades que resultan mejores para cocer o guisar.

Remojo Patatas

Para preparar las patatas fritas, pela las patatas y córtalas en rodajas de 1 cm de grosor aproximadamente. Corta cada rodaja en varitas de 1 cm de ancho y unos 5 de largo y continuamos con todas las rodajas hasta que ya tenemos las patatas listas para la siguiente fase.

El remojo ¿sí o no?

Una vez picadas las patatas, recomendamos dejarlas en remojo en un plato hondo. Así evitamos que se pongan marrones como consecuencia de la oxidación, y además, eliminamos parte del almidón que tienen las patatas, evitando así que al freírse se peguen unas a otras.

El dejar en remojo las patatas fritas antes de freírlas es opcional pero a mí sí me parece adecuado, limitando el remojo a unos 15 minutos, que son suficientes para eliminar la mayoría del almidón y que aprovechamos para preparar las sartenes, el aceite, etc.

¿Cuándo echamos la sal?

Aunque siempre es mejor dejar las patatas un poco sosas y añadir la sal al final cuando ya están fritas y crujientes, yo prefiero espolvorear ligeramente las patatas tras su remojo con un poco de sal fina. Tras mezclar bien removiendo las patatas con las manos, procedemos a freírlas con la técnica que indicaremos a continuación.

Una vez fritas, probamos una patata y espolvoreamos más o menos cantidad de sal sobre las patatas en función de cómo nos hayan quedado. Normalmente será suficiente con añadir un pellizco sobre las patatas terminadas.

El aceite para freír ¿Qué tipo uso?

Primera Fritura

Por mi parte, soy fanático del aceite de oliva virgen extra y en casa es el que uso también para las frituras a alta temperatura como la que requieren las patatas. Sin embargo, hay quien prefiere utilizar aceite de girasol para esta preparación, para que los aromas del aceite de oliva no pasen a las patatas.

Yo elijo el aceite de oliva virgen extra porque me parece que mejora el sabor de las patatas fritas, frente a los otros aceites que efectivamente consiguen una buena fritura pero sin aportar sabor. Lo dejo a vuestra elección.

La fritura en dos tiempos a dos temperaturas

Para freír bien las patatas hacen falta dos sartenes, una para la primera parte del proceso en la que freiremos las varitas de patata a 140º durante unos 7 u 8 minutos, y otra para la segunda fase, en la que doraremos y dejaremos crujientes las patatas friéndolas a 190º durante unos cinco minutos más.

Si queréis hacer esto en freidora eléctrica, podéis freír las patatas a fuego lento, sacar la cestilla de la freidora dejando que escurran el aceite y mientras poniendo el termostato al máximo, volviendo a sumergir las patatas en cuanto el aceite alcance la temperatura de 190º para conseguir dorar bien las patatas.

Las Mejores Patatas Fritas Mundo Mundial

Hay quien recomienda una fase intermedia entre las dos frituras, en la que se meten las patatas prefritas en el congelador durante unos 30 minutos para después terminarlas en la fritura a alta temperatura. (Se puede hacer pero en mi opinión, la diferencia no se nota tanto, siendo suficiente un reposo de unos 10 minutos entre una fritura y otra para conseguir unas patatas fritas impresionantes).

El choque de temperatura, al meter las patatas en la segunda sartén, hace que las patatas además de crujientes queden algo cuarteadas en su exterior, lo que incrementa la sensación de crujiente. Por dentro, siguen estando blanditas, como confitadas, gracias a su paso por la primera sartén.

Escurrido de las patatas

Las patatas fritas guardan muy bien el calor. Por eso no hay problema en dejarlas reposar sobre papel absorbente de cocina para retirar el exceso de aceite que puedan haber retenido. De todas formas, con esta técnica, en la fritura final a alta temperatura o "deep fry", las patatas absorben menos aceite que si se hace progresivamente subiendo el fuego.

Degustación

Degustacion Patatas

Ahora que ya sabéis cómo hacerlas, ya solo falta que preparéis estas deliciosas patatas, las mejores patatas fritas del mundo mundial como guarnición de un plato de vuestro gusto y llaméis a toda la familia para que las prueben y comprueben con vosotros cómo este proceso merece la pena. Ya me contaréis.

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Las mejores recetas murcianas para celebrar las Fiestas de Primavera

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Ensalada Murciana

Tras las intensas celebraciones de Semana Santa, alargadas en varios lugares con el Lunes de Pascua, en Murcia continúan los festejos con las Fiestas de Primavera, la gran semana grande de la capital de la Región. En estos días se suceden muchas actividades para todos los gustos, sobre todo homenajeando las raíces más humildes de los murcianos, la huerta y sus modos de vida, y por eso la gastronomía juega un papel fundamental. Como murciana que vive hoy lejos de su tierra me puede la morriña así que os animo a uniros a las fiestas con nuestras mejores recetas murcianas.

Hoy martes es además uno de los días más populares, el Bando de la Huerta, en el que toda la ciudad se entrega de lleno a disfrutar de un día al aire libre rememorando la vida tradicional güertana, con la familia y los amigos, y, cómo no, buena comida. Es un día algo caótico que puede agobiar al visitante primerizo, pero durante toda la semana se puede disfrutar de los platos más tradicionales en uno de los numerosos ventorrillos o barracas que dirigen las las peñas, como ya contamos aquí hace un tiempo. Unirse a la fiesta de sabores murcianos es muy fácil con recetas como estas.

Ensalada murciana tradicional

Ensalada murciana

Es rara la mesa de comensales en una barraca que no pide una o varias raciones de ensalada murciana. Hay pequeñas variaciones según la zona donde se prepare, y en algunos lugares de fuera se conoce como moje, pero la receta más tradicional no podría ser más simple y sabrosa. Todo un ejemplo de plato humilde, típico, sin complicaciones, que saca el máximo partido a los ingredientes de que se disponen en ese momento.

Los ingredientes básicos son el tomate pera en conserva -mejor casero-, cebolla tierna, aceitunas negras, atún en aceite, huevo duro, sal y aceite de oliva. A veces se le añade ajo o vinagre, y el atún se puede cambiar por bonito o bacalao. En verano sienta de maravilla, con un buen pan de pueblo al lado y servida bien fresquita.

Zarangollo

Zarangollo

Personalmente es de mis platos favoritos, por su peculiar nombre al que se le coge cariño y porque, de nuevo, tenemos una receta muy humilde y sencilla en la que los ingredientes combinan a la perfección. Típica comida de huerta, su base es el calabacín y el huevo, añadiéndose patata para darle más consistencia. Es perfecto para compartir con pan o para servir como pequeñas tapas.

La clave de un buen zarangollo está en conseguir que los ingredientes se amalgamen en una mezcla jugosa y tierna, pudiendo pelar el calabacín para conseguir una mejor textura. Se pueden dejar los ingredientes más o menos enteros, pero lo importante es que los huevos se incorporen al final, batidos previamente, para ligar el conjunto con un acabado meloso.

Pisto murciano

Pisto murciano

Recetas de pisto hay muchísimas repartidas por nuestro país, con sus variantes regionales y también platos similares en otros países mediterráneos. En Murcia el pisto huertano se caracteriza por aprovechar la riqueza de hortalizas de la huerta, y su origen remoto probablemente se remonte a la época musulmana. Aquí lo normal es prepararlo a base de cebolla, pimiento, berenjena y tomate, como nos muestra Raúl de Contigo en la Playa.

Es un pisto con gran protagonismo del tomate, que se incorpora al final y generalmente sin las pepitas. Se puede emplear tomate frito, pero que sea casero, o simplemente pelar y freír los tomates como primer paso de la receta. El pimiento habitual es el verde, pero no del tipo italiano, y se le suele unir también el rojo. El toque de pimentón no es imprescindible pero acompaña bien a este plato de verduras típico de primavera y verano.

Alcachofas

Alcachofas

Estamos en plena temporada de alcachofas y en la huerta murciana son un producto muy apreciado, con gran protagonismo en la industria conservera y en muchas recetas. En mi casa siempre las recuerdo enriqueciendo los arroces y algunos guisos y potajes, también en las tortillas que de vez en cuando se marcaba mi madre. Una tapa habitual es un corazón de alcachofa acompañada de una anchoa, simple pero delicioso bocado.

Pero yo tengo cariño a una receta muy sencilla que son las alcachofas al estilo de mi madre, que las suele preparar en esta época, cuando abundan en el mercado. Se trata de alcachofas hervidas a la huertana, en un caldito con vino blanco, limón, perejil, ajo y un toque de pan rallado. Ligero pero sabrosísimo.

Morcilla de verano

Morcilla de Verano

Este curioso nombre puede dar lugar a malentendidos si no se conoce en qué consiste, ya que no hay ni rastro de embutidos en la receta. Es en realidad un plato vegetariano a base de berenjena, que se cocina de tal modo que al final parece la carne de una morcilla murciana. La morcilla de verano busca sacar todo el sabor de la berenjena, otra verdura estrella de la huerta, que sirve como primer plato, aperitivo o incluso guarnición. Deliciosa sobre un buen pan o para untar en pequeñas tostas.

Pulpo al horno

Pulpo

Tengo debilidad por un buen pulpo a la gallega, pero a veces se me olvida que en mi Murcia también hay recetas estupendas con este cefalópodo. En las zonas costeras saben prepararlo de maravilla en platos más marineros, pero una tapa habitual por la capital es el fantástico pulpo al horno. Si se ha preparado correctamente el animal queda tiernísimo por dentro, y con una salsa llena de sabor a base de sus propios jugos.

Trigo con garbanzos

Guiso de Trigo

Aunque es típico durante la Cuaresma y la Semana Santa, el guiso de trigo con garbanzos es un plato de cuchara vegetariano delicioso que merece la pena degustar durante todo el año -en verano mejor servirlo reposado-, con pequeñas variantes en el Altiplano donde se conoce como trigoentero. Es además un plato nutricionalmente muy completo, combinando legumbre y cereal, y aunque saciante no es muy pesado al no llevar nada de embutidos ni mucha grasa.

Michirones

Michirones

Cuando era pequeña y acudía a una de las barracas a comer o cenar en familia, siempre recuerdo que mi padre jamás perdonaba su tapa de michirones. Tardé tiempo en atreverme a probarlos -para un niño de primeras no parece muy apetecible-, pero sí que me gustaba mucho el olorcico tan apatecible que desprendía el plato recién hecho.

Los michirones, otra palabra que me encanta, son más apropiados para el invierno ya que se suelen servir bien calientes en cazuela de barro. Se preparan con habas secas y un caldo lleno de sabor que sienta de maravilla los escasos días que realmente aprieta el frío en la ciudad, a base de jamón, embutidos, laurel y el imprescindible pimentón.

Olla gitana

Olla Gitana

De nuevo un plato tradicional de raíces humildes, rico en productos de la tierra, saciante y vegetariano, pues antiguamente los ingredientes cárnicos eran un lujo reservado a ocasiones especiales. La peculiaridad de este guiso a base de garbanzos, judías y calabaza es que incorpora peras y hierbabuena, ingredientes menos habituales. La olla gitana también es popular en regiones cercanas, como zonas de Andalucía, y cada casa tiene su toque particular. En temporada podéis hacerla como Lola en la cocina, con peritas de San Juan.

Arroz con conejo y caracoles

Arroz con Conejo

Murcia también es tierra de arroces aunque tengan menos fama que las estupendas recetas valencianas -con mucha más vida más allá de la paella-. En la costa son imprescindibles los marineros, pero en el interior se pueden degustar delicias como el arroz con costillejas o variantes vegetarianas. El arroz con conejo es otro clásico que además se suele preparar con caracoles, animal que sigue criándose en granjas especializadas por la zona.

Arroz de verduras

Arroz con verduras

Los arroces con verduras de la huerta son mis favoritos. Mi madre los borda, pero quien hacía un arroz huertano para llorar de emoción era mi abuela. Por desgracia nunca pude aprender sus secretos, pero el sabor de sus recetas jamás se me olvidarán, con esas tradicionales comidas familiares de domingo en su casa de la huerta. Se pueden usar las hortalizas de temporada que tengamos en ese momento, con un buen arroz de Calasparra y un caldo rico de verdad.

Migas ruleras y migas de pan

Migas

Las migas de harina, también llamadas gachasmigas o migas ruleras, compiten con las migas de pan en el recetario tradicional, y yo no sé por cuáles decantarme. En cualquier caso, son platos contundentes típicos de la cocina “de pueblo”, muy energéticos y contundentes, poco recomendables hoy por nuestros estilos de vida pero que merece recuperar de vez en cuando. En Murcia es típico tomar migas cuando llueve, y es lo que uno se espera encontrar en los menús del día de bares y restaurantes cuando el escaso agua moja las calles.

Las migas de pan duro se asemejan mucho a las migas manchegas, una receta tradicional que se repite en otras regiones. Mi familia las preparaba más ligeras, sin embutidos y añadiendo alguna otra verdura como guisantes, pero la vesión genuina con sus embutidos y uvas merece la pena recuperarse en ocasiones especiales. Las ruleras, como nos enseña Mary Luz en Cuchillito y Tenedor se elaboran con harina de trigo duro, también se preparan con embutidos y entre otros acompañamientos típicos encontramos sardinas, habas tiernas o incluso fruta.

Atascaburras

Atascaburras

Es famoso el atascaburras manchego pero en Murcia también se prepara, sin duda por influencias y contactos culturales entre ambas tierras en tiempos pasados. Otro plato contundente, humilde pero muy nutritivo y barato que hoy se considera típico de Semana Santa, más apropiado para días fríos. Tradicionalmente era compartido en pleno campo directamente del mortero, con pan de miga recia y el vino que no podía faltar.

Pastel de Cierva

Pastel de Cierva

¿Dulce o salado? El pastel de Cierva es uno de los platos más curiosos de la Región, típico de la zona del Mar Menor aunque hoy se puede encontrar en muchas pastelerías también en la capital. Se supone, cuenta la leyenda, que apareció en el siglo XIX cuando el cocinero de un buque ruso dio la receta a un pastelero de la zona, quien lo sirvió en una comida en la que estaba presente el célebre Juan de la Cierva. Al parecer le gustó tanto que, a modo de homenaje, se bautizó el pastel con su nombre.

Sea como fuere, este pastel ofrece una curiosa mezcla de dulce y salado por el contraste entre su masa dulzona y el relleno, a base de huevo duro y carne de ave bien sazonada. Se puede preparar en formato grande para compartir o en porciones individuales, y hace buena pareja con el pastel de carne, más típico de la capital. Por la dificultad del hojaldrado de este último, recomiendo degustarlo en una de las pastelerías o bares de la ciudad mientras os animáis a preparar el de Cierva en casa.

Monas de Pascua

Monas de Pascua

Durante la Semana Santa las monas de Pascua han vivido su días de mayor gloria, yo diría que con mucho más arraigo en nuestra ciudad que las típicas torrijas o la leche frita. Estos panecillos dulces, decorados -o no- con huevo de gallina o codorniz, en realidad se pueden encontrar durante todo el año y yo las asocio con meriendas y desayunos de mi infancia, mojadas en chocolate.

Paparajotes

Paparajotes

Yo diría que te pueden mirar raro si vas a una barraca y no terminas la comida con unos paparajotes. Hay pocos sabores que despierten en mí tantos recuerdos y nostalgia como un paparajote recién hecho, tan distintivo y reconocible gracias al profundo aroma que aporta la hoja de limonero. No es un postre exclusivo de Murcia pero diría que aquí es donde goza de más popularidad, es casi un icono y no puede faltar cuando estamos en fiestas.

La masa, como nos enseña Carmen de No quieres caldo? Pues toma 2 tazas no tiene mucho misterio ya que consiste en una mezcla típica de ingredientes sencillos, muy usados en tantas y tantas recetas de dulces tradicionales españoles. Harina, leche, huevos y azúcar se juntan para crear una masa líquida en la que se sumergen las hojas de limonero, para después freírlas y servirlas rebozadas con azúcar y canela. Deliciosas con un vaso de mistela.

Soy poco objetiva, pero creo que la gastronomía murciana tiene muchísimo que ofrecer y todavía no se conoce muy bien fuera de sus fronteras. Animáos a preparar alguna receta tradicional para participar en la distancia en las Fiestas de Primavera, una excusa como otra cualquiera para disfrutar de la buena mesa, en este caso enfocada más a la cocina popular de la huerta. Nos quedan muchas recetas típicas en el tintero, sin olvidar tantos bocados imprescindibles a la hora del tapeo, como los embutidos, las conservas y salazones, las marineras, la sobrasada con queso, las pelotas, las patatas con ajo, y mucho más. Murcia, qué deliciosa eres.

Fotos | Contigo en la Playa, Lola en la cocina
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17 recetas de cocina para los que nunca cocinan

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Tatin

Hace poco hicimos un repaso de las 31 recetas que habría que aprender antes de independizarse, pero sabemos que también hay mucha gente que no suele cocinar en casa por diferentes razones. Falta de tiempo o interés, porque cocina algún otro familiar o compañero de piso o porque nunca se ha encontrado la motivación necesaria: para todos ellos, hoy traemos las mejores 17 recetas de cocina para los que nunca cocinan.

Son platos variados que se caracterizan por su facilidad y sencillez, que no implica necesariamente simpleza. Algunas son recetas básicas que hasta los más expertos cocinillas seguro que elaboran habitualmente, porque no hace falta complicarse siempre para disfrutar de platos ricos. Sea cual sea tu caso, seguro que más de una de estas recetas te vendrá más que bien tener siempre a mano.

1. Gazpacho andaluz tradicional

Gazpacho

Si alguien lo echó de menos en el recopilatorio anteriormente citado, no podía faltar aquí. El gazpacho tradicional no es solo una receta imprescindible en todo recetario casero que se precie, es que además es sencillísimo de preparar. No requiere cocción de ningún tipo, se puede ajustar la receta al gusto personal y es un plato muy versátil para incorporar a cualquier menú.

La clave de un buen gazpacho reside en la calidad de los ingredientes, y si nos ajustamos al sabor más tradicional no hacer experimentos demasiado extraños. Me gustaría tomar gazpacho todo el año, aunque reconozco que en los meses cálidos sabe mejor, porque es refrescante pero también porque el sabor de los tomates marca la diferencia. ¿Cómo evitar que se vuelva aburrido? Jugando con la guarnición.

2. Tostas de tomate y mozzarella con mortadela de Bolonia

Tostas de Mozzarella y Mortadela

Un buen pedazo de pan y ricos ingredientes encima: ¿hay algo más simple? Las tostas, tostadas, open-faced sandwich, bruschettas y demás están de moda, a pesar de llevar con nosotros mucho tiempo. Los bocadillos son más cómodos para tomar para llevar, pero en casa yo también prefiero el formato tosta ya que son más ligeras al tener solo una capa de pan. Y así puedes tomar dos.

Usando un pan bueno de verdad como base podemos preparar un almuerzo o cena sencillísimo en unos minutos, siempre que escojamos bien los ingredientes que lo van a coronar. Lo ideal es combinar ingredientes vegetales con alguna proteína, y si añadimos un buen queso será aún más saciante, nutritivo y jugoso. Esta receta de tostas de tomate y mozzarella con mortadela apuesta por embutido italiano de calidad para no tener ni siquiera que cocinar la carne.

3. Baguette de desayuno horneada con bacon, huevo y queso

Baguette

Quien dice desayuno dice brunch, almuerzo o incluso merienda o cena. Inspirada en los desayunos ingleses más tradicionales, esta receta de baguette horneada con bacon, huevo y queso es una elaboración sencillísima pero de lo más satisfactoria, con ingredientes básicos que combinan para crear un plato energético e irresistible para estómagos hambrientos.

El pan tipo baguette funciona como base, a modo de barco, que se vacía en parte para rellenar con el resto de ingredientes. Después hay que cocinarlo en el horno unos pocos minutos para disfrutar de un interior cremoso y sabrosísimo, con la mezcla cuajada de huevos y el queso derretido.

4. Tarta tatin de tomates y queso fresco de cabra

Tatin

Si buscáis una receta con la que impresionar a los invitados en casa, pero no tenéis ni idea de cocinar, esta deliciosa tarta tatin de tomates y queso fresco de cabra es la opción ideal. La presentación es de lujo y el sabor aún mejor, y da la sensación de haber puesto mucho esfuerzo en la cocina cuando en realidad es una elaboración sencilla, rápida y que no requiere gran talento culinario.

Estamos además ya en época de buenos tomates, algo fundamental para que el sabor final de la tarta tatin sea un verdadero éxito. Sólo hay que cubrir una fuente con tomates, hornearlos, añadir el queso, cubrir con hojaldre y volver a hornear. Después lo único que hay que hacer es desmoldar colocando encima un plato grande y girando la fuente, ya que para facilitar más la tarea la tatin debe quedar al revés, con los tomates encima. Más fácil imposible.

5. Tortilla de espárragos trigueros

Tortilla

Aprovechando otro producto de temporada, los espárragos trigueros, podemos preparar uno de los platos más sencillos y ricos que todo el mundo debería saber preparar en casa, la tortilla. Puede que la clásica española de patatas requiera algo más de técnica y esfuerzo, pero una tortilla estilo francesa con verduras es mucho más fácil y nos solucionará un almuerzo o cena en un momento.

Lo único que debemos tener en cuenta para que cocinar esta tortilla sea coser y cantar, es disponer de una buena sartén antiadherente. Es lo que suelo recomendar a todo el mundo que cocina poco en casa, porque con ella se preparan muchos platos fáciles y rápidos. Así, y controlando que la temperatura del fuego no sea muy alta, tendremos una tortilla perfecta sin esfuerzo.

6. Flatbread o pan plano crujiente de patata, Gruyère y crema agria

Flatbread

Las pizzas y tartas saladas caseras son una verdadera delicia que merece la pena aprender a preparar, pero reconozco que son recetas algo más elaboradas y no siempre fáciles para todo el mundo. Las masas refrigeradas son una buena alternativa a tener que recurrir a servicios a domicilio, pero podemos probar también con opciones de panes planos mucho más sencillos.

Se conoce como flatbread a ese tipo de masas que son planitas pero no implican necesariamente amasados y levados más complejos. Lo bueno de este [pan plano crujiente de patata, Gruère y crema agria](Flatbread o pan plano crujiente de patata, Gruyère y crema agria) es que solo necesitamos mezclar bien, aplanar con un rodillo, y repartir encima directamente los ingredientes. Si además tenemos una mandolina no tardaremos nada en cortar la patata. El resultado final, aunque no comparable con una buena pizza, merece mucho la pena.

7. Ensalada de lentejas con vinagreta de mostaza

Ensalada de Lentejas

Un gran problema de los que no saben cocinar o no tienen mucho tiempo es que suelen descuidar el consumo de legumbres. Por suerte hay conservas más que decentes con platos tradicionales que no hay más que abrir y calentar, pero ya que viene el buen tiempo nosotros apostamos por las ensaladas.

Sí, se pueden usar lentejas compradas ya cocidas, pero elegid una buena marca de confianza y lavadlas y escurridlas bien. Claro que se puede hacer esta ensalada de lentejas con vinagreta de mostaza cociendo la legumbre en casa, variedades como la de Puy o la Beluga apenas necesitan tiempo de cocción, animáos a probadlas.

8. Ensalada templada de patatas y tomates secos

Ensalada de Patata

Las patatas son un buen comodín para multitud de platos y para todas las ocasiones, no en vano fueron la base de la alimentación de tanta gente con pocos recursos durante siglos. Pero además podemos preparar platos muy fáciles y riquísimos con ellas, como esta ensalada templada de patatas y tomates secos, realmente sabrosa.

La única cocción que se requiere es la de la propia patata, que haremos al vapor ya pelada y cortada. Aunque no es imprescindible, esta receta pide dejarlas unos minutos a remojo con azafrán, veréis que marca la diferencia de sabor final. Esther nos aconseja servirla templada como guarnición, pero fría, si la hemos hecho con antelación, también estará muy buena.

9. Ensalada fusilli con mozzarella y atún

Ensalada de Fusilli

Otra base de lo más práctica para hacer ensaladas completas y nutritivas es la pasta, como en esta receta de ensalada fusilli con mozzarella y atún. De digestión ligera pero saciante y energético, es un plato equilibrado que podemos preparar en grandes cantidades para un almuerzo o cena de emergencia, y además se puede degustar fría o a temperatura ambiente.

La combinación de ingredientes apenas requiere ninguna cocción, tan solo la de la pasta, y el resultado final es de lo más mediterráneo. Aquí la coronamos con un aliño rápido de albahaca, pero si tenemos restos de salsa pesto incluso podemos aprovecharla, aligerándola un poco con agua. Usando un buen atún o bonito en conserva y queso mozzarella de calidad, tendremos un plato humilde pero lleno de sabor. Es perfecta para ir preparando el recetario de verano.

10. Garbanzos con ajo asado

Garbanzos

Recuperamos las legumbres con otro clásico de la cocina española, los garbanzos, que no tienen por qué intimidar a nadie. Si nos da pereza cocerlos en casa podemos encontrar conservas listas para usar de muy buena calidad, que conviene escurrir y lavar con cuidado para no romperlos. La receta de garbanzos con ajo asado es muy sencilla y conseguiremos darles mucho sabor sin necesidad de invertir tiempo en guisos o cocciones largas.

La única técnica que vamos a aplicar es la de asar entera una cabeza de ajos para extraer todos sus jugos. Mientras tanto cocinamos en un caldo ligero la legumbre con un poco de cebolleta y especias, para incorporar el ajo al final. Puede servirse muy caliente o templado, y es un buen plato por sí mismo que también se puede combinar con una guarnición vegetal o incluso algo de carne.

11. Papillote de bacalao y hortalizas en microondas

Papillote

El papillote es una de las mejores técnicas de cocina que podemos aplicar en nuestra alimentación diaria, seamos o no maestros cocinillas. Es rápido, fácil, saludable y versátil, y encima podemos utilizar el microondas si tenemos poco tiempo o se ha estropeado el horno. Creo que el pescado con su guarnición es de los platos que mejor salen siguiendo este método, y el papillote de bacalao y hortalizas que os proponemos así lo demuestra.

Para esta receta Pakus utilizó un magnífico bacalao skrei de temporada, pero se puede emplear también congelado o incluso unos lomos de otro pescado blanco, como merluza. Unas verduras cortadas en juliana y un pequeño aliño completan este sanísimo plato, perfecto para una cena ligera pero sabrosa y nutritiva.

12. Tacos de langostinos picantes

Tacos

Si hay buenos langostinos cocidos de oferta en la pescadería, es raro el día que no se vienen en la cesta de la compra. Me encantan para improvisar una cena sencilla y también para tomar como aperitivo, o incluso para añadir a ensaladas. En este caso los usamos como base del relleno de unos tacos de langostinos picantes con salsa de aguacate, una receta ideal para aprovechar restos de comida que tengamos en la nevera.

Unas cuantas tortillas de trigo, un aguacate maduro o sobras de guacamole, un poco de tahini que tengamos abierto, algo de mezclum y apenas necesitamos nada más para preparar unos tacos estupendos y ligeros. Para ganar en sabor es recomendable marinar un poco los langostinos con especias picantes y algo de zumo de lima o limón, marcará mucho el resultado final.

13. Ternera asada a la mostaza

Ternera asada

Los grandes asados de carne imponen un poco al cocinero más novato, pero en realidad no son tan fieros como los pintan. Muchas recetas, como esta de ternera asada a la mostaza, no requieren apenas esfuerzo ni grandes dotes culinarias, y el resultado merece muchísimo la pena. Con una buena pieza de carne habrá sobras para aprovechar en todo tipo de platos.

Para preparar la ternera asada podemos perdir al carnicero que nos bride la carne y así tan solo necesitaremos pintarla con la mezcla de mostaza antes de introducirla en el horno. El electrodoméstico hará casi todo el trabajo, dejándonos la única responsabilidad de controlar el punto deseado de la carne y de cortarla en lonchas finas una vez reposada.

14. Brochetas de solomillo de cerdo estilo tandoori

Brochetas

En casa nos gustan mucho las brochetas y pinchitos, ya sean de carne o de pescado, incluso en su versión vegetariana con tofu y verduras. Son perfectas para aprovechar la temporada de barbacoas, pero también se pueden cocinar dentro de casa utilizando una buena plancha o parrilla, incluso utilizando el horno con la función grill para dar un buen toque dorado.

Una buena receta para tener como comodín son las brochetas de solomillo de cerdo estilo tandoori, que suena a plato de restaurante y en realidad es de lo más fácil y rápida. Los pasos a seguir no tienen pérdida: cortar la carne, mezclar los ingredientes de la salsa, dejar macerar y hornear. Se puede usar la misma receta para carne de pollo o pavo, incluso yo lo probaría con algún pescado firme.

15. Bocaditos de hojaldre y dulce de boniato al agua de azahar

Bocaditos

El día que tengáis invitados en casa a la hora del café, aprovechad para sorprender ofreciendo una bandeja de estos bocaditos de hojaldre y dulce de boniato al azahar. Son bocados golosos muy originales que os harán quedar como grandes reposteros, cuando en realidad son facilísimos de hacer. Y es que las masas de hojaldre refrigeradas son grandes aliadas en la cocina sin complicaciones.

La tarea más elaborada es la de cocer o asar previamente los boniatos para sacar su carne, pero no es en absoluto difícil. Después se mezcla con azúcar, limón, ron y azahar, se cubre una mitad de hojaldre con la crema y se tapa con la otra parte de masa. Es mejor marcar un poco con el cuchillo las porciones para que al salir del horno sea mucho más fácil cortarlas. También podríamos usar manzana asada o calabaza cocida, si no tenemos boniato. ¿Y qué tal crema de chocolate?

16. Mug cake de brownie con pepitas de chocolate

Mug cake

Tal y como dice mi compañero minue autor de estos mug cakes de brownie con pepitas de chocolate, ¡qué perdición! Estos pasteles individuales cocinados en el microondas son demasiado fáciles, toda una tentación en la que caer y repetir si somos especialmente golosos. Que nadie diga que no se le da bien la repostería: los mug cakes los puede hacer cualquiera.

Su elaboración es bastante simple: medir los ingredientes, mezclar, llenar las tazas y calentar en el microondas. Se puede dejar el punto final que más se prefiera, por ejemplo con el interior ligeramente húmedo. Es una delicia cuando todavía está algo caliente, pero también se pueden disfrutar reposados y fríos, con nata montada o helado.

17. Vasitos de crema de queso y fresa

Vasitos de Fresa

Tengo la sensación de que los vasitos están cada vez más de moda, y es que tienen una presentación muy elegante y son facilísimos de preparar. Si tenemos invitados en casa son una opción perfecta para el postre, se pueden hacer con antelación y no hace falta complicarse mucho con masas o con el horno. Nada mejor que aprovechar la fruta de temporada, como son las fresas.

Estos vasitos de crema de queso y fresa se pueden preparar usando mermelada casera o comprada, o, si nos animamos, preparando una compota en el momento. Con ella se cubre el fondo de los vasos, y encima se vierte la mezcla de queso con azúcar. Por último decoramos con sirope de fresa o con lo que más nos apetezca, por ejemplo con galletas picadas o un poco de menta.

Espero que con esta selección de 17 recetas de cocina para los que nunca cocinan os animéis a poneros el delantal en casa más a menudo. Hay muchos motivos para no cocinar, pero con un poco de ganas podemos preparar multitud de platos sabrosos sin necesidad de complicarnos o de invertir mucho tiempo en la cocina.

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Cómo hacer masa de pizza con solo dos ingredientes. Receta exprés

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Pizza con masa de dos ingredientes

Cuando se deambula sin rumbo por la red a veces te encuentras recetas algo extrañas que te llaman la atención de forma inmediata. Soy curiosa por naturaleza y no puedo evitar sentir la necesidad imperiosa de probarlas en casa, sobre todo cuando parecen extremadamente fáciles y rápidas. Esta receta para hacer masa de pizza con tan solo dos ingredientes había que probarla sí o sí.

Tiene truco, claro. Todos sabemos que una masa de pizza es una receta de panadería que requiere su mimo y su tiempo, si queremos una pizza de buena calidad. Pero como apaño para un día tonto tengo que reconocer que esta receta merece la pena, especialmente esas noches de antojo pizzero cuando queremos calmar el hambre en menos de una hora. ¿Los ingredientes? Harina bizcochona y yogur griego.

Ingredientes para 1 pizza mediana

  • 200 g de harina bizcochona (o 250 g de harina de reposería más 1 y 1/2 cucharadita de levadura química y 3/4 cucharadita de sal fina), 240 ml de yogur natural griego (puede ser desnatado), salsa de tomate, jamón, queso mozarella, orégano y aceite de oliva virgen extra.

Cómo hacer masa de pizza con dos ingredientes

Precalentar el horno a 220ºC. Si no tenemos harina con levadura incorporada tipo bizcochona, prepararla primero tamizando la harina de repostería con la levadura y la sal. Colocar en un recipiente amplio o en el vaso de un robot con gancho de amasar y añadir el yogur griego.

Mezclar bien hasta incorporar los ingredientes, agregando un poco más de harina si estuviera muy pegajoso. Amasar un par de minutos hasta tener una masa homogénea, lisa y sin grumos, ligeramente pegajosa pero que se desprenda de los dedos al tocarla. Estirar sobre una bandeja engrasada o con papel de hornear, untando ligeramente la superficie con aceite de oliva para que no se pegue.

Recomiendo dejarla bien finita, se puede usar un rodillo. Cubrir con salsa de tomate sin llegar a los bordes, distribuir jamón cortado en trocitos y añadir la mozzarella desmenuzada. Agregar orégano, un chorrito de aceite y hornear unos 10-15 minutos o hasta que la masa esté dorada y el queso bien fundido.

Cómo hacer masa de pizza con dos ingredientes. Pasos

Tiempo de elaboración | 30 minutos
Dificultad | Muy fácil

Degustación

Con estas cantidades se obtiene una masa mediana de pizza para un hambriento o para compartir entre dos, perfecta para una cena perezosa en casa. Podemos servirla también en porciones con más comensales para complementar un menú de picoteo con más platos, o tomarla en el almuerzo junto con una buena ensalada.

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Tarta salada de yogur y queso de cabra con tomatitos. Receta fácil

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Tarta Salada de Queso de cabra y tomatitos

Cuando era niña, mi padre rara vez comía en casa pero volvía del trabajo con un hambre atroz para la cena, y mi madre procuraba preparar algo al mediodía que le estuviera esperando para la noche. Si no tenía ganas de complicarse optaba por una tarta salada con base de hojaldre, pero estoy segura de que si hubieran conocido la filo o brick les hubiera encantado probar esta tarta salada de yogur y queso de cabra con tomatitos.

La leche de cabra tiene menos lactosa que la de vaca y por eso en mi nevera solemos tenemos siempre queso de este simpático animal. Cuando vi la receta supe que tenía que probarla, aunque preferí usar una base de finas láminas crujientes de masa filo. Suelen ser hojas rectangulares, así que sólo hay que recortarlas un poco con un tamaño algo mayor al molde de la tarta que vayamos a usar, o buscar una alternativa redonda para que ya la receta sea facilísima.

Ingredientes para 1 tarta de unos 18-20 cm

  • 5 hojas de pasta brick o filo, 150 g de yogur griego natural, 100 g de queso de rulo de cabra, 1 cucharada de queso de cabra curado rallado, 1 huevo L, 1/2 cucharadita de ajo granulado, 1/2 cucharadita de pimentón, tomillo fresco, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra.

Cómo hacer tarta salada de yogur y queso de cabra con tomatitos

Precalentar el horno a 180ºC. Batir en un cuenco el yogur natural escurrido con el queso de rulo de cabra desmenuzado, el queso rallado y el huevo. Añadir el ajo, pimentón, un poco de tomillo, sal y pimienta negra al gusto. Reservar mientras preparamos el molde.

Engrasar el fondo de un molde de tarta de unos 20 cm de diámetro con aceite de oliva. Colocar una hoja de pasta filo o brick y pintar con aceite. Superponer el resto de hojas de masa, pintando con aceite cada una de ellas. Si usamos hojas cuadradas tendremos que recortar los bordes que sobresalgan.

Llenar con la masa de yogur y queso, rompiendo las burbujitas que puedan haberse hormado. Lavar bien los tomatitos y distribuir por encima. Añadir un poco de aceite de oliva, tomillo y un golpe de pimienta negra. Hornear durante unos 40 minutos, o hasta que al pinchar el relleno con un palillo salga limpio.

Tarta Salada de Queso. Pasos

Tiempo de elaboración | 50 minutos
Dificultad | Fácil

Degustación

La tarta salada de yogur y queso de cabra se puede tomar templada, reposada un poco del horno, o a temperatura ambiente. Aguanta bien si se guarda tapada en la nevera – o fuera en la cocina, ahora que hace ya más fresco, durante unas horas -, aunque la masa se reblandece un poco. Es saciante pero suave y no resulta nada pesada.

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Smoothie bowl verde de kiwi, rúcula y avena. Receta para un desayuno saludable

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Smoothie Bowl

No sé desde cuánto llevan siendo tendencia los smoothie bowls, aunque en nuestro país nos hemos sumado un poco más tarde. Sé que hay mucha gente cansada de estas modas con términos extranjeros, pero estos “cuencos de batido” son ya una realidad bien asentada en medio mundo y, la verdad, en este caso me gustan tanto que acepto el toque de postureo que puedan tener. Este smoothie bowl verde con kiwi, rúcula y avena es un desayuno saludable perfecto sobre todo ahora que llega el calor del verano.

Si un smoothie es un batido que incorpora muchos ingredientes que le dan consistencia espesa, la versión en cuenco está pensada para tomarse con cuchara como si de una crema fría se tratara. La ventaja que tienen es que nos permiten jugar con muchos productos para hacerlos más o menos completos, convirtiéndolos en desayunos nutritivos, refrescantes y rápidos.

Ingredientes para 1 ración

  • 1 kiwi verde, 1 plátano maduro pequeño, 1 rodaja de piña, 1 cucharada de copos de avena finos, 1 dátil, 1 manojo de rúcula, leche de avena necesaria, 1 trozo de papaya o mango, arándanos, cerezas o fresas, semillas de sésamo negro, semillas de chía o de amapola, coco rallado.

Cómo hacer smoothie bowl verde con kiwi, rúcula y avena

Si queremos una textura más espesa y si nos gusta muy frío, la noche antes pelar el plátano, cortar en rodajas y congelar en una bolsa hermética. Se puede preparar también directamente antes de consumir. Cortar el kiwi por la mitad y sacar la fruta. Trocear y colocar con el plátano en una picadora o batidora.

Cortar una rodaja de piña natural, preferiblemente que esté madura y bien jugosa, retirar la corteza y el núcleo central más duro. Trocear y añadir a la picadora. Retirar el hueso del dátil, picar y triturar con la fruta y una cucharada de copos de avena. Añadir la rúcula y triturar de nuevo hasta conseguir una textura cremosa homogénea.

Agregar leche de avena hasta conseguir la textura deseada o para suavizar el sabor. Añadir un poco más de copos de avena si queremos que quede más espeso. Servir en un cuenco y decorar con papaya o mango pelado y cortado en láminas, arándanos y cerezas o fresas picados, un poco de coco rallado y semillas de sésamo, amapola o chía espolvoreadas.

Smoothie Bowl. Pasos

Tiempo de elaboración | 10 minutos
Dificultad | Muy fácil

Degustación

Este smoothie bowl verde con kiwi, rúcula y avena sienta de maravilla a primera hora o a media mañana, según sea nuestra rutina de desayunos, aunque también me gusta tomarlo para merendar cuando el cuerpo pide energía extra. La base se puede hacer con antelación y añadir los ingredientes extra en el momento de servir.

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Galettes de trigo sarraceno con espárragos y queso Comté. Receta sin gluten y sin huevo para el #DíadelCelíaco

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Galettes de espárragos sin gluten

En los últimos años me he aficionado mucho a preparar crêpes y masas similares saladas para almuerzos y cenas sin complicaciones. Existen muchas variantes en casi todos los países de Europa, aunque las francesas son las más conocidas. Las elaboradas con trigo sarraceno se llaman galettes, y personalmente me gustan mucho. Encontré una versión muy sencilla sin huevo ni lácteos en una página suiza, así que la probé con esta versión de galettes de trigo sarraceno con espárragos, pavo y queso Comté.

Desde luego, es una receta sencillísima, perfecta para esos días en los que nos apetecen crêpes y no nos quedan huevos en la nevera, es apta para dietas sin gluten. Hay que tener un poco de cuidado al manejar la masa ya que es quebradiza, y recomiendo sazonarla bien ya que es algo más sosa, pero con un relleno sabroso y el toque de un buen queso como el Comté son un bocado más que digno.

Ingredientes para unas 4 galettes

  • Para las galettes: 125 g de harina de trigo sarraceno (alforfón), 250 m de agua, 1/2 cucharadita de sal, orégano, ajo granulado, aceite de oliva.
  • Para el relleno: 1 manojo de espárragos verdes frescos, jamón de pavo, queso Comté rallado, ralladura de limón, orégano, pimienta negra.

Cómo hacer galettes de trigo sarraceno con espárragos, pavo y queso Comté

Comenzar con la masa. Disponer la harina de trigo sarraceno en un cuenco y mezclar con unas varillas con la sal, el orégano y el ajo granulado. Añadir el agua e ir mezclando poco a poco, hasta tener una masa líquida sin grumos. Tapar y dejar reposar media hora, en la nevera si hace calor.

Engrasar ligeramente una buena sartén antiadherente con aceite de oliva y echar 1/4 de la masa, con ayuda de un cucharón o una jarra. Girar bien para distribuir la masa y dejarla fina. Mantener a fuego medio hasta que se empiecen a despegar los bordes, girar con una espátula y cuajar por la otra cara. Retirar a un plato, tapar con un paño limpio y cocinar el resto de la masa.

Lavar los espárragos y cortar la base, si fuera muy dura o leñosa. Cocinar a la plancha con un poco de sal hasta dejarlos al punto deseado.** Formar las galettes repartiendo un poco de queso Comté** rallado en una mitad, cubrir con unas lonchas de fiambre de pavo y añadir los espárragos. Sazonar con orégano, pimienta, ralladura de limón, un poco de sal y más queso. Cerrar y dar un golpe de calor para que se derrita ligeramente el queso, si se desea.

Galettes de Esparragos. Pasos

Tiempo de elaboración | 30 minutos más el repososo de la masa
Dificultad | Fácil

Degustación

Me gusta preparar platos como estas galettes de trigo sarraceno con espárragos, pavo y queso Comté a la hora de la cena o como parte de un almuerzo sencillo en casa, acompañadas de una ensalada o algún plato lleno de verduras de temporada. Las auténticas galettes de la Bretaña son más sabrosas, pero esta receta es tan sencilla y apta para tantas intolerncias y alergias, que merece la pena tenerla a mano también en el #DíadelCelíaco

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Receta de brazo de patata, atún, pimiento y tomate. Homenaje a la cocina de mi familia

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Brazodepatatayatun 1024 Ma

Son muchos los platos que vivieron sus mejores momentos hace 25-30 años y que, en la actualidad, han caído en el olvido. Una lástima, pues hay muchas que son merecedoras de un sitio en nuestros repertorios culinarios, tal es el caso del brazo de patata, atún, pimiento y tomate que hoy protagoniza esta entrada.

Un receta vintage familiar en toda la regla que, en mi casa, se preparaba mucho en esta época del año y que he querido rescatar del olvido para compartirla con vosotros. La farsa de mi familia siempre fue la clásica de atún, pimiento y tomate, pero cada cual tenía su seña de identidad propia o, como dice el refrán, cada maestrillo...¡su librillo!

Ingredientes para seis raciones

  • 500 g de patata nueva, 150 g de atún en escabeche (peso escurrido), 150 g de pimiento asado (peso escurrido), 50 g de salsa de tomate, sal y pimienta negra molida y mayonesa y aceitunas negras para decorar.

Cómo hacer brazo de patata, atún y tomate

Pelamos las patatas y las cortamos en trozos regulares. Las introducimos en una cazuela con abundante agua salada y las cocemos durante 15-20 minutos o hasta que estén tiernas. Para comprobar el punto las pinchamos con una brocheta, si entra y sale fácilmente es que ya están cocidas.

Escurrimos las patatas, dejamos que atemperen unos minutos y las secamos con papel absorbente (queremos que queden bien secas). Las aplastamos con un tenedor o las pasamos por un pasa puré, si queremos que queden más finas. Sazonamos y reservamos.

A continuación preparamos el relleno. Escurrimos muy bien el atún y los pimientos, los colocamos en un cuenco y los aplastamos con un tenedor. Agregamos la salsa de tomate y salpimentamos.

Extendemos papel film sobre una superficie de trabajo limpia y, sobre este, esparcimos el puré de patata dándole forma cuadrada, sin que llegue a los bordes. Cubrimos la franja central del cuadrado con el relleno y enrollamos en forma de rulo con ayuda del papel film. Giramos los bordes del papel film y dejamos reposar en la nevera durante una hora para que tome cuerpo.

Una vez frío, retiramos el papel film al tiempo que lo pasamos al plato de presentación, con cuidado de no deformarlo. Decoramos con mayonesa y aceitunas negras o con lo que más nos guste: tomatitos cherry, huevo duro, perejil, etc.

Collagebrazoopatatayatun 1024 Ma

Tiempo de elaboración | 30 minutos + 1 hora de enfriado Dificultad | Fácil

Degustación

Este rulo de patata con atún y tomate es una receta perfecta para las comidas veraniegas, cuando lo que mejor entra es algo fresco y ligero. Si lo acompañamos de una ensalada de hojas verdes, tendremos una comida redonda que sólo necesitará de algo de fruta para rematar la jugada.

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Smoothie de kiwi, aguacate y pera. Receta saludable

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Smoothiekiwiaguacateypera 1024 Ma

Un chute de vitaminas en toda la regla. Eso es lo que es este smoothie de kiwi, aguacate y pera. Además de una deliciosa y refrescante bebida con la que alegrar la media tarde, cuando el gusanillo del hambre empieza a llamar a la puerta y buscamos maneras sanas y saludables de calmarlo.

Hace poco publicamos consejos sobre cómo hacer el smoothie perfecto y uno de nuestros lectores sugirió que pusiéramos un resumen de smoothies para empezar a probar "cosas ricas". Resumen, como tal, no es lo que hoy os traemos, pero si la receta del smoothie de kiwi, aguacate y pera con la que arrancar. Porque habrá más, palabrita.

Ingredientes para cuatro raciones

  • 1 plátano maduro, 2 kiwis, 1/2 aguacate, 1 pera, 125 g de yogur natural, 100 ml de leche, 40 g de miel, 30 g de salvado de avena (o, en su defecto, copos de avena), 5 g de jengibre molido, 10 g de coco rallado y 6-8 cubitos de hielo.

Cómo hacer smoothie de kiwi, aguacate y pera

En primer lugar, agregamos el yogur y la leche al vaso de la batidora. Yo he utilizado Thermomix, pero cualquier otro tipo de batidora eléctrica de vaso o robot de cocina hará buen papel. Importante que sea una batidora potente, no valdrá una de vaso porque al final del proceso hay que triturar hielos (aunque este paso es prescindible).

A continuación, pelamos y troceamos el plátano, los kiwis, el aguacate y la pera. Los agregamos al vaso de la batidora y trituramos hasta que no haya trozos de fruta. Entonces incorporamos la miel, el salvado de avena, el jengibre y el coco rallado y trituramos de nuevo.

Probamos el punto de dulzor y rectificamos si fuera necesario, añadiendo más miel en caso de querer un smoothie más dulce. Por último, añadimos los cubos de hielo al vaso de la batidora y trituramos hasta que no se noten. Servimos inmediatamente.

Collagesmoothiekiwiaguacateypera 1024 Ma

Tiempo de elaboración | 10 minutos
Dificultad | Muy fácil

Degustación

Como mencionado al comienzo de esta entrada, el mejor momento para este smoothie de kiwi, aguacate y pera es el de la merienda, aunque a media mañana o después de hacer ejercicio seguro que entra de maravilla. Es una bebida saciante y muy nutritiva, por lo que no necesita de ningún acompañamiento.

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Bagel con salmón y tres quesos al eneldo. Receta exprés para quienes "están de rodríguez"

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Las vacaciones escolares ya han comenzado y, con ellas, comienza el éxodo de los sortudos de la familia a los lugares de veraneo. Lamentablemente no todos somos parte de este movimiento y nos quedamos en casa, haciendo renacer, como cada verano, la especie humana popularmente conocida como "los rodríguez".

Estar "de rodríguez" conlleva sus riesgos, especialmente cuando de comer bien y sano se trata. Si queremos evitar caer en la tentación de tirar de comida rápida y basura, conviene tener a mano recetas como este bagel con salmón y tres quesos al eneldo que nos solucionará una cena en un abrir y cerrar de ojos y nos nutrirá sin que nuestra salud se resienta.

Ingredientes para una persona

  • 1 bagel, 100 g de salmón ahumado, 20 g de queso de cabra, 20 g de queso crema, 20 g de queso feta, 5 g de mayonesa, 5 g de yogur natural y una cucharadita de eneldo fresco.

Cómo hacer bagel con salmón y tres quesos al eneldo

La dificultad de este bocado es mínima y casi que se puede intuir su preparación, no obstante os contamos con detalle cómo hacer el bagel con salmón y tres quesos al eneldo para que no haya lugar a equívocos.

Comenzamos mezclando los tres tipos de queso en un cuenco hondo. Los aplastamos con un tenedor hasta obtener una masa homogénea. A continuación agregamos la mayonesa y el yogur natural junto con el eneldo fresco picado. Removemos y reservamos en frío.

Cuando llegue el momento de consumir nuestro bagel, lo cortamos por la mitad en sentido transversal (puede que esto no sea necesario y que venga cortado por el fabricante) y lo tostamos por las dos caras. Dejamos que se atempere antes de untar la mezcla de tres quesos y eneldo sobre las dos caras.

Dividimos el salmón ahumado en dos y cubrimos cada mitad de bagel con una. Espolvoreamos con un poco de eneldo, al gusto, y decoramos, si nos apetece, con tomates cherry troceados y hojas de canónigos, rúcula o brotes verdes.

Collagebagelsalmonahumadoytresquesosaleneldo 1024 Ma

Tiempo de elaboración | 15 minutos
Dificultad | Muy fácil

Degustación

Ni que decir tiene que el mejor acompañamiento de este bagel con salmón y tres quesos al eneldo es una cerveza, clara o copa de vino blanco bien fresca. Es un bocado tan jugoso y refrescante que entra sin sentir, una opción saludable para las cenas de verano.

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46 brochetas originales para tus barbacoas de verano

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Brochetas

Si hay algo que a todos nos gusta hacer cuando llega el buen tiempo, es compartir buena comida al aire libre, y por eso las barbacoas son para el verano. Yo tengo muy buenos recuerdos tanto de mi tío alemán al frente de sus brasas en Suiza como de mi familia murciana en una versión más marinera de la parrilla. Hay opciones para todos los gustos, pero las brochetas siempre son una buena apuesta en cualquier ocasión. Por eso os traemos hoy una selección de brochetas originales para triunfar en las barbacoas de verano.

¿Por qué nos encantan las brochetas? Algo tiene la comida ensartada que resulta irresistible. Las brochetas además son muy fáciles de cocinar, se pueden dejar medio listas con antelación, son tremendamente versátiles y permiten repartir raciones de forma cómoda entre los comensales. Es difícil aburrirse con las brochetas y podemos ser con ellas todo lo creativos que nos apetezca.

Aperitivos y picoteo

Brocheta de Aperitivos

Las brochetas y los pinchos son una buena manera de empezar a abrir el apetito, sobre todo si tenemos invitados en casa. Como primer plato, aperitivo o parte de una cena o comida de picoteo, lo importante es no pasarnos con el tamaño de las brochetas y que sean fáciles de comer. Si después van a venir platos fuertes, mejor que sean ligeras o al menos no muy pesadas en el estómago, porque si las recetas son tan ricas como estas será difícil resistirse a devorar demasiadas.

Un bocado con queso siempre es una buena opción, sencillo, elegante y apetecible, como la brocheta de pera con queso de Arzúa y jamón serrano, la de tomate cherry con old Amsterdam o las típicas de queso y bacon. Con un aire más sofisticado pero igual de sencillas son las de jamón de pato con mango y uvas, igual que las que encontramos en 24 Zanahorias, con paleta de cebo, higos, mozzarella fresca de búfala y albahaca, que podemos hacer con brevas.

Pollo y otras aves

Brochetas Kati de pollo

Tengo la impresión de que el pollo y el pavo son las carnes más utilizadas cuando pensamos en brochetas. La verdad es que resulta muy fácil cortar la pechuga o los contramuslos en piezas aptas para ensartar en las varillas, y es una carne que gana muchísimo con un buen marinado o salsa, y con la cocción sobre las brasas o la parrilla. Otro punto a favor es lo bien que la carne de ave combina con prácticamente cualquier cosa.

Lo más fácil es marinar la carne de ave antes de cocinarla, y tenemos unas cuantas opciones para todos los gustos: pechugas de pollo con miel y mostaza, con yogur griego y harissa, codornices con cous-cous especiado, o pavo provenzal con tomatitos al yogur. También nos podemos saltar el tiempo de marinado preparando sabrosas salsas, como en la brocheta de pollo con salsa satay, las brochetas de pollo al curry o las de pollo y ajos tiernos con yakitori. Y si queréis preparar algo más especial, en La Cocina de Babel tenemos un irresistible plato completo de kati rolls de pollo.

Muy carnívoras

Brochetas Solomillo

Los más carnívoros visualizan grandes piezas de carne al pensar en barbacoas, pero no despreciemos la posibilidades que ofrecen las brochetas con cerdo, ternera, cordero o buey. El solomillo de cerdo es especialmente apropiado para hacer ricas brochetas que se pueden alternar con verduras, y un toque exótico de especias o salsas puede marcar la diferencia. Tampoco nos olvidemos de la carne picada, perfectamente válida también para brochetas de barbacoa.

Empezando con el siempre versátil cerdo, tenemos por ejemplo unas brochetas de cerdo frito y calabacín, con la particularidad de que primero empanamos la carne. Los toques asiáticos le van muy bien a esta carne, como en las brochetas de solomillo con especias japonesas o con la receta de Pepacooks con su saté de presa ibérica. En 2 Mandarinas en mi cocina encontramos un aire más latino con el solomillo con tabasco y chipotle, mientras que en Atrapada en mi cocina tenemos una alternativa con ternera y su salsa de rábano. Y si nos queremos poner algo más creativos, podemos preparar unas originales brochetas espirales de carne picada con especias o unas aromáticas albondiguillas asiáticas.

Marineras

Brochetas de Langostinos

Los platos marineros parece que pertenecen al verano, sobre todo si tenemos la suerte de poder organizar una barbacoa con el mar de fondo. En cualquier caso, la posibilidad de cocinar y comer al aire libre es ideal para preparar brochetas a base de pescados y mariscos, y además suelen ser más ligeras que las de carne. Si estamos en la costa no hay nada como acercarse a la lonja o al mercado del puerto y elegir entre la oferta del día, el caso es aprovechar el mejor producto de temporada.

No todos los pescados se prestan con la misma facilidad para formar brochetas, pero si elegimos piezas de carne firme y cortamos buenas porciones podemos preparar recetas sanas y fáciles como las de merluza con piña, que saldrán mejor si las hacemos sobre plancha en lugar de grill. Una de las mejores especies para estas preparaciones es el salmón, y tenemos propuestas tan apetecibles como la brocheta con salsa de yogur de Las Recetas de MJ, con mahonesa de aguacate como las de La Dolce Gula, o de salmón al pesto. El rape también nos puede dar excelentes resultados, como demuestra esta receta de brochetas a la parrilla.

Sin embargo, las gambas, langostinos, gambones y demás sí que son ideales para preparar brochetas en la barbacoa. Las posibilidades son casi infinitas, empezando por el original chupito de calabacín con brochetas de gambas con tamarindo y coco o los langostinos picantes con mango, y continuando con las sanas brochetas con papaya y pepino o las frescas de gambas al limón. Además, Sònia L'Exquisit nos propone en su blog unas ricas brochetas de gambas con salsa de cacahuete.

También para vegetarianos

Brochetas de Champiñones

Sí, se puede organizar una barbacoa sin necesidad de que todo sean platos con productos animales. En el caso de que tengamos invitados vegetarianos o veganos en casa no cuesta nada añadir unas brochetas con verduras y hortalizas que podemos completar muy fácilmente con, por ejemplo tofu o seitán. También son una alternativa deliciosa para los omnívoros, y es que no hace falta ser vegetariano para disfrutar de riquísimas brochetas vegetales para complementar las de carne o pescado.

Uno de mis productos favoritos para hacer en plancha y parrilla son las setas. Ahora en verano podemos hacer ricas y sencillísimas brochetas de champiñones balsámicos, que pueden ser también guarnición para los carnívoros. Hablando de guarniciones, las patatas no fallan, pero podemos ser originales preparándolas en espiral. En esta otra receta de brochetas de tofu y verduras tenemos un plato completo para veganos.

Las brochetas vegetarianas dan mucho juego y la blogosfera no los demuestra con muchas propuestas. Tenemos por ejemplo la receta infalible de El Sabor de lo bueno, con todo tipo de verduras de temporada. Opciones con tofu también encontramos muchas, como las brochetas de Begin Vegan Begun o las de Mi mi vida vegetariana. Por su parte, CreatiVegan nos propone dos recetas muy originales, las orientales Yaki Onigiri y las de seitán con pimiento.

Con mucha fruta

Brochetas de Fruta

Ya sea como parte de brochetas saladas, complementando carnes y pescados, a modo de guarnición o como postre para terminar con algo dulce, la fruta de verano es perfecta para sumarla a las barbacoas. En muchos casos podemos cocinarlas a la plancha o sobre las brasas, en otros bastará con formar las brochetas alternando varios tipos diferentes y así tener el postre listo en la nevera para servir al final de la comida. Una buena idea es servirlas con salsas dulces, helado, chocolate fundido o simplemente un buen yogur o queso fresco.

La salsa de yogur es mi favorita para acompañar la fruta, como se puede ver la receta de brochetas de fruta fresca con yogur, y que en Sabor de lo bueno acompañan con salsa de mango. Aunque sean un bocado dulce, un toque de sal vainillada y guindilla les puede ir genial, igual que un glaseado de miel como el que utiliza Hispana Global. En Velocidad Cuchara les dan un toque tropical con sus brochetas con coco y salsa de plátano, Belén de Cookbook las acompaña con Cointreau y en Las Recetas de Malena las tenemos de piña caramelizada con miel. ¿Más ideas originales? La crema marmolada de fresas con brocheta de Mi Dulce Tentación, y las tremendas frutas a la parrilla de La Receta de la Felicidad, que da muchas ideas para acompañarlas.

Espero que os hayan gustado estas 46 ideas de recetas de brochetas originales para las barbacoas de verano. Sobre brasas, a la plancha o a la parrilla, cualquiera de estas recetas puede ser una buena forma de disfrutar al aire libre del buen tiempo, y es que es uno de los mejores placeres de la estación calurosa. UN último consejo, cuidado con los mosquitos y las avispas, que también les suele gustar mucho una buena barbacoa.

Fotos | iStock.com/robynmac, iStock.com/margouillatphotos, La Cocina de Babel
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Apúntate a la moda del pastel salado más trendy. Receta de Sándwich Cake

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Debo de confesaros que cuando hace ya algún tiempo compré el libro de la francesa Sylvie Aìt-Ali llamado "Sándwich cake", lo hice con pocas esperanzas de encontrar muchas recetas que me entusiamaran. Sin embargo cuando me lo enviaron a casa y lo hojee, descubrí un buen número de deliciosas recetas como este rico sándwich cake que os traigo hoy, y que resulta ideal para servir en una cena de verano donde queramos impresionar a nuestros invitados.

Lo cierto es que es mucho más sencillo de preparar que lo que parece a simple vista, y sin embargo el resultado es espectacular y dará la impresión, si no fuera por los tomates de la decoración, de que nos hemos vuelto locos y estamos sirviendo el postre antes de empezar a comer, pues este sándwich cake, asemeja totalmente a esas bonitas tartas de pisos o layers cake que vemos en los libros de repostería americanos.

Ingredientes para cuatro personas

  • 5 panecillos redondos y finos tipo Thins, 100 g de salmón ahumado noruego, 1 pepino, 1 tomate, 400 g de queso crema, eneldo, sal,

  • Decoración : 1 manojo de cebollino fresco, 5 tomates cherry, 1 rabanito, 4 hojas de albahaca pequeñas

Cómo hacer Sandwich Cake

Comenzaremos batiendo en un bol 150 gramos del queso crema a temperatura ambiente, le añadimos la sal y un poco de eneldo picado. Después vamos separando y untando cada uno del interior de los panecillos y volviéndolos a colocar como venían en la bolsa.

En un plato plano, ponemos uno de los panecillos, le untamos el queso crema con las hierbas. Cortamos el pepino en lonchas muy finitas o con una mandolina y las situamos haciendo un círculo encima de la capa de queso crema. Ponemos por encima otro panecillo, repetimos la operación pero esta vez con una capa de queso seguida de una de salmón ahumado en trozos.

Ponemos otro panecillo y cortamos de la misma manera que el pepino, un tomate en lonchas muy finitas, repetimos el mismo paso de queso crema y tomate, ponemos una última capa de salmón y cerramos con un panecillo, pero esta vez sin que sea doble.

En otro bol batimos el resto de queso crema con un poco de sal y vamos recubriendo el pastel por la parte superior y los lados, alisando el queso con una espátula. Cuando esté liso, decoramos los laterales con puntas de cebollino de distintas alturas, y la parte superior con mitades y cuartos de tomates cherry, un rabanito cortado en lonchas finas y hojitas de albahaca.

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Tiempo de elaboración | 30 minutos Dificultad | Fácil

Degustación

El sándwich cake también se puede preparar con un pan tipo bagel si no queréis que quede tan seco y firme, así cómo añadirle una parte de requesón o cabra fresco al queso crema para darle más personalidad. Es un pastel muy versátil, pues cambiando los ingredientes del interior, podemos tener muchas versiones de pastel salado distintas.

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Pizza blanca. Receta para no caer en la rutina

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Pizza Blanca 270716 0001

¿Estáis cansados de tomar la pizza siempre con tomate? si vuestra respuesta es sí, hoy os traigo una receta que os puede venir muy bien para variar vuestro menú, la pizza blanca. Una pizza sin tomate, ni carne, ni pimientos, pero llena de sabor y personalidad gracias al conjunto de quesos que lleva.

Os recomiendo que hagáis una masa casera para disfrutar esta pizza a tope, pues esta versión necesita de una buena base y no simplemente de una masa precocinada. Aunque pueda parecer complicado, la masa casera de pizza es muy sencilla y no supone un gran trabajo, sin embargo mejora mucho el resultado.

Ingredientes para cuatro personas

  • Para la masa de pizza: 400 g de harina, 200 ml de agua templada, 50 ml de aceite de oliva, 1 cucharada sopera de levadura seca de panadería, 1 cucharadita de azúcar, sal.

  • Para el relleno: 200 g de mozzarella, 200 g de queso ricotta, 1 rulo de queso de cabra, 2 dientes de ajo, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta, hojas de albahaca fresca

Cómo hacer pizza blanca

Comenzaremos preparando nuestra masa casera de pizza. Para ello en un bol echamos el agua templada y el aceite, la levadura seca y el azúcar. Removemos con unas varillas y dejamos diez minutos para comprobar que la levadura hace espuma y funciona correctamente.

Entonces vamos añadiendo la harina con la sal y amasando con las manos hasta lograr una masa elástica y que no se pegue. La dejamos en un recipiente en un lugar templado una hora para que leve. Cuando pase el tiempo desgasificamos y la estiramos encima de una bandeja de horno o piedra de pizza, aún crecerá todavía un poco mientras que se prepara el relleno. Precalentamos el horno a 220 grados con calor por abajo.

En un bol ponemos el queso ricotta con el ajo picadito, salamos ligeramente, y lo aplastamos bien con el ajo para hacer una crema. Extendemos esta mezcla por encima de la masa de pizza. Seguidamente desmenuzamos el queso mozzarella por encima, añadimos pimienta y horneamos durante 30 minutos.

Una vez fuera del horno, desmenuzamos el rulo de cabra y añadimos la albahaca fresca. Servimos rápidamente.

Pizza Blanca Coll

Tiempo de elaboración | 45 minutos + tiempos de levado Dificultad | Fácil

Degustación

Esta pizza blanca no os va a defraudar, sobre todo a los más queseros, que no echaran de menos para nada los ingredientes más clásicos. Acompañadla de una ensalada y tendréis una rica cena.

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Cómo hacer granola casera. El desayuno más crujiente

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Hacer granola casera es tarea fácil y rápida, tanto que nos ha dado un poco de pudor calificarla de receta, palabra que brilla por su ausencia, y que solo nos animamos a publicar porque estamos seguros de que muchos de vosotros lo vais a agradecer. Y es que una granola casera es una manera saludable y deliciosa de comenzar el día y de alegrar nuestros desayunos.

Esta granola casera es una base que se puede modificar de mil maneras. De hecho nosotros la hemos enriquecido ligeramente con avellanas y uvas pasas, pero podríamos haberle agregado pipas de girasol o de calabaza, almendras u otros frutos secos, frutas deshidratadas, semillas, aceite de sésamo o coco, etc. Al gusto.

Ingredientes para ocho raciones de granola básica

  • 300 g de copos de avena, 3 cucharadas de azúcar moreno, 1/2 cucharadita de canela molida, 2 cucharadas de avellanas, 1 cucharada de uvas pasas, sal, 6 cucharadas de miel, 3 cucharadas de aceite de girasol y 1 cucharadita de esencia de vainilla.

Cómo hacer granola básica

Comenzamos por trocear las avellanas, lo podemos hacer con un mortero o a cuchillo. Si nuestras avellanas están enteras, retiramos la cáscara y la piel. Para pelar avellanas de manera fácil las introducimos en horno pre-calentado a 180 ºC durante cinco minutos, las envolvemos en un trapo y las masajeamos hasta que se desprendan las pieles.

Mezclamos las avellanas troceadas con los copos de avena, el azúcar moreno, la canela molida y las uvas pasas. Agregamos un pellizco de sal. Batimos la miel, la esencia de vainilla y el aceite de girasol y lo añadimos. Trabajamos con los dedos para que todos los ingredientes secos queden bien cubiertos de miel, vainilla y aceite.

Extendemos sobre una bandeja de horno cubierta con una lámina de papel sulfurizado. Introducimos en el horno, pre-calentado a 150 ºC, a media altura. Cocemos durante unos cinco o seis minutos. Retiramos del horno, removemos y volvemos a introducir unos minutos más hasta que adquieran un ligero tono dorado, observando regularmente para que no se queme.

Retiramos del horno y dejamos que nuestro granola se atempere sobre la misma bandeja, removiendo de vez en cuando. Una vez esté completamente fría, la introducimos en un bote hermético y la guardamos en un sitio seco. Se conservará en buen estado durante unas dos o tres semanas.

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Tiempo de elaboración | 20 minutos + tiempo de enfriado
Dificultad | Muy fácil

Degustación

El desayuno es el momento más tradicional para saborear un cuenco de crujiente granola casera que, con leche bien fría, está deliciosa. No obstante, también se puede servir para acompañar yogures, para hacer más crujientes los crumble, para enriquecer otras elaboraciones dulces o, simplemente, como decoración.

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Francesinha o francesiña, un sándwich para hambrientos. Receta tradicional portuguesa

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No os dejéis engañar por su inocente nombre, pues tras el se encuentra un bocado contundente. Por eso decimos que la francesinha o francesiña es un sándwich para hambrientos y es que hay que tener un buen agujero en el estómago para dar cuenta de el sin dejar nada en el plato. Aunque es tan sabroso que lo mismo os resulta un paseo.

Típico de la cocina portuguesa, concretamente de la zona de Oporto, la francesinha es un sándwich de carnes varias y queso que se baña en una salsa picante a base de tomate y cerveza. Nuestra francesinha es una versión más ligera de la original. Lleva menos capas de relleno y una salsa española tuneada. Nos ha quedado la mar de aparente, tanto que nos lo hemos comido sin pestañear. Y es que está de muerte lenta.

Ingredientes para una ración

  • Dos rebanadas de pan de molde rústico, cuatro lonchas de queso, dos lonchas de ternera asada, una loncha de jamón cocido, dos salchichas, 150 g de salsa española, harissa, tabasco, cayena molida o pimentón picante, 1 huevo y aceite de oliva virgen extra.

Cómo hacer francesinha

Comenzamos por la salsa que requiere de muy poca elaboración, sobre todo si tenemos la salsa española lista. Añadimos una pequeña cantidad de tabasco, harissa o pimentón picante a la salsa española. Al gusto, dependiendo del punto picante que le queramos dar. Removemos bien y reservamos.

En una sartén, sin nada de aceite pues su propia grasa es suficiente, cocemos las salchichas a fuego suave. Las volteamos de vez en cuando para que no se quemen. Una vez listas y atemperadas, las cortamos por la mitad a lo largo.

Tostamos las rebanadas de pan ligeramente y montamos el sándwich alternando los distintos ingredientes: rebanada de pan, loncha de queso, ternera asada, loncha de queso, loncha de jamón, loncha de queso, salchichas, loncha de queso y, por último, rebanada de pan.

Los ingredientes se puede variar al gusto. En vez de ternera se puede usar cinta de lomo, incorporar chorizo, beicon u otras carnes de cerdo, añadir una rebanada de pan intercalada entre las capas de carne y queso, cubrir con queso antes de salsear, etc.

Una vez montado el sandwich lo cubrimos con la salsa picante que tenemos reservada y lo introducimos en el horno, pre-calentado a 180, durante cinco minutos. Lo suficiente para que tome temperatura y se funda el queso. Mientras tanto, freímos el huevo y coronamos el sandwich con el en el momento de servir.

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Tiempo de elaboración | 30 minutos
Dificultad | Muy fácil

Degustación

Aunque habrá quien se tome una francesinha o francesiña por la noche y se quede tan pancho, consideramos que es mejor disfrutarlo a la hora de la comida. Es un bocado contundente, sobre todo si lo rematamos con un huevo frito y lo acompañamos con patatas fritas y una cerveza, como manda la tradición lusa.

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Burritos de pimiento y chorizo. Receta fácil

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Burrito Chorizo Pimiento

Si buscas ideas y alternativas para la hora de la cena en esta temporada de vacaciones, unos buenos burritos pueden ser la solución. Tienen la ventaja de ser rápidos de preparar y sin mayores complicaciones. Este tipo de recetas son perfectas para a chicos y grandes por su delicioso sabor y porque las puedes combinar con varios ingredientes.

Hoy te propongo unos burritos de pimiento y chorizo que combinan deliciosas sabores y texturas. Les voy a a integrar cebolla morada ya que me agrada mucho el ligero sabor más dulce que aporta esta cebolla. Puedes igualmente usar estos mismos burritos para la hora del aperitivo. Para ello te recomiendo cortarlos en trocitos antes de servirlos para que sea más sencillo degustarlos con las manos.

Ingredientes por porción

  • 2 tortillas de harina, un pimiento verde mediano, media cebolla morada, 80g de chorizo, una cucharita de aceite de oliva, 50g de queso gruyere, sal y pimienta negra molida.

Cómo hacer burritos de pimiento y chorizo

Vamos a picar la cebolla morada que freímos por un par de minutos en un sartén con el aceite de oliva. Enseguida desvenamos el pimiento y lo cortamos en trocitos que agregamos a la cebolla. Dejamos en al lumbre, a intensidad media, por unos 5 minutos. Mientras tanto vamos a picar el chorizo e integrarlo a los demás ingredientes. Revolvemos bien y sazonamos con sal y pimienta. Al cabo de 5 minutos más agregamos el queso. Dejamos en la lumbre, ahora baja, por otros 5 a 8 minutos para que el chorizo termine de dorar y el queso gratine bien.

Burrito Chorizo Pimiento Prep

Para finalizar, vamos a colocar una porción generosa de la preparación anterior en una tortilla de harina y a enrollarla para formar nuestros burritos. Doblamos las puntas y los colocamos en un sartén (puede ser el mismo en el que hicimos el chorizo) engrasado. Los dejamos unos 3 minutos de cada lado y servimos.

Tiempo de elaboración | 30 minutos
Dificultad | Media

Degustación

Estos burritos de pimiento y chorizo son perfectos para la cena , en familia o con amigos. Los puedes también cortar en pequeñas porciones y servir en el aperitivo. De esta manera son ideales para picar si los comes tibios. Los puedes acompañar de una buena copa de vino tinto o de tu trago favorito.

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Pudding de chía, coco y frutos secos para un desayuno saludable

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Llamarlo receta es un poco exagerado, de ahí que simplemente hayamos titulado este post "pudding de chía, coco y frutos secos para un desayuno saludable". Una manera natural, nutritiva y saciante de arrancar el día que no conlleva más que mezclar los ingredientes deseados y dejar reposar el resultado en la nevera.

Este pudding de chía, coco y frutos secos admite todo tipo de variaciones. Se puede incorporar fruta fresca troceada, aumentar o reducir la cantidad de agua de coco, leche de coco y yogur al gusto, etc. Es muy versátil, por lo que lo mejor es probar distintas combinaciones hasta dar con la que más nos guste.

Ingredientes para cuatro raciones

  • 4 cucharadas de semillas de chía, 4 dátiles, 200 ml de agua de coco, 200 ml de leche de coco, 16 avellanas, 2 cucharadas de pasas sultanas, 1 yogur natural azucarado, coco deshidratado laminado (opcional) y miel (opcional).

Cómo hacer pudding de chía, coco y frutos secos

Ponemos los dátiles en remojo en agua templada durante 30 minutos. Los escurrimos, retiramos los huesos y picamos finamente. Los colocamos en el vaso de una batidora, le agregamos el agua de coco y trituramos bien.

Incorporamos la leche de coco, la mitad del yogur y batimos con unas varillas hasta obtener una mezcla homogénea. Por último, agregamos las pasas sultanas y las semillas de chía. Removemos bien y dejamos reposar la mezcla durante un mínimo de dos horas en la nevera.

En el momento de servir removemos la mezcla y, si la encontramos muy espesa, agregamos un poco de leche. Repartimos la mezcla entre cuatro vasitos, con una cucharadita de yogur por encima, las avellanas (troceadas o no según nuestro gusto) y unas pocas pasas sultanas. También podemos añadir un poco de miel, si nos gusta más dulce, y decorar con coco deshidratado.

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Tiempo de elaboración | 10 minutos + 2 horas de reposo
Dificultad | Muy Fácil

Degustación

Aunque también se puede servir como postre, la mejor hora para disfrutar de este pudding de chía, coco y frutos secos es la del desayuno pues aporta energía para muchas horas y permite llegar a la comida sin desfallecer a media mañana. El frescor del alimento recién sacado de la nevera contrasta con el café caliente y resulta muy reconfortante.

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Mermelada de moras y semillas de chía. Receta fácil y saludable que querrás comer a cucharadas

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Estamos en plena temporada de moras y salir a dar un paseo por el campo para recogerlas es algo muy entretenido. La idea de elaborar con ellas ricas recetas resulta motivadora y es algo que no perdono. Tengo zarzamoras bien cerca, así que en mi cocina ha comenzado la veda de las recetas con moras y ha sido inaugurada con una mermelada de moras y semillas de chía que nos ha sorprendido a todos muy gratamente.

A su delicioso sabor y suave textura hay que sumar que es una receta saludable, fácil y rápida de preparar. El punto de partida de esta mermelada de moras y semillas de chía es la receta de otra mermelada, pero elaborada con frambuesas. No se si la original estará tan buena como esta versión con moras. Si es el caso ¡habrá que probarla también!

Ingredientes para un bote de mermelada

  • 300 g de moras, 80-100 g de agua, 15 g de semillas de chía y 4-6 cucharadas de miel.

Cómo hacer mermelada de moras y semillas de chía

Comenzamos limpiando bien las moras y retirando los restos de suciedad que puedan contener y/o los pedúnculos que hayan quedado en los frutos tras su colecta. Las lavamos bajo un chorro de agua fría y las dejamos escurrir hasta que queden completamente secas.

Colocamos las moras en un cacito con el agua y llevamos a ebullición. Bajamos el fuego y cocemos a fuego suave durante 10 minutos, removiendo de vez en cuando y aplastando con un tenedor, cuchara o similar. Agregamos las semillas de chía, la mie y cocemos dos minutos más.

Antes de retirar del fuego y dejar enfriar la mermelada, comprobamos el punto de dulzor (si nos gusta más dulce, agregamos más miel) y de espesor, teniendo en cuenta que las semillas de chía gelatinizarán y la mezcla espesará ligeramente. Si lo consideramos necesario, lo ajustamos añadiendo un poco de agua.

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Tiempo de elaboración | 15 minutos
Dificultad | Muy fácil

Degustación

Aunque la mermelada de moras y semillas de chía está para comer a cucharadas directamente del bote, la mejor manera de degustarla es sobre una rebanada de pan recién tostado. Casa a la perfección con el queso fresco y el yogur natural, formando un gran bocado con el que acompañar nuestros desayunos o meriendas.

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