Este Día del Padre va a ser muy especial para las familias españolas. Con los niños sin colegio, muchos padres trabajando en casa (o sin trabajar, porque su empresa ha cesado la actividad) y los abuelos confinados por separado no podremos celebrar la festividad con normalidad. Pese a esto, es posible que la efeméride se celebre más que nunca, ahora que necesitamos cualquier excusa para darnos cariño (y entretener a los niños).
La cocina puede ser una de las herramientas más útiles para sobrellevar una situación difícil, en la que todos tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos. Y en la que, por mucho que estemos encerrados en casa, tenemos que seguir celebrando la vida en la medida de nuestras posibilidades.
Desde Directo al Paladar queremos proponer un conjunto de recetas para celebrar un Día del Padre marcado por el coronavirus caracterizadas por ser fáciles de preparar, no tener demasiados ingredientes (pues no está la cosa como para volverse loco con la compra) y, sobre todo, ser divertidas.
1. Costillas a la BBQ para dummies

Esta es la receta más fácil y rápida para hacer unas costillas a la barbacoa. Para agilizar el proceso partimos de costillas de cerdo ya separadas que cocinaremos en el horno y sazonaremos con una estupenda salsa barbacoa.
Para que el proceso de elaboración sea más corto, en lugar de asar el costillar entero, vamos a partirlo cortando las costillas de forma que el hueso quede en medio y tenga algo de carne a los dos lados. Es una tarea fácil. Preparamos un adobo, mezclando las costillas con una cucharada de pimentón picante, un buen pellizco de hierbas aromáticas y dos cucharadas de salsa barbacoa. Mezclamos bien y dejamos las costillas macerando durante una hora. Precalentamos el horno a 190º y mientras alcanza esa temperatura vamos distribuyendo las costillas en una fuente de horno. Al principio puede parecer que no caben bien, pero como al cocinarse menguarán un poco, luego tendremos espacio suficiente para que se asen bien por todas partes. Cocinamos las costillas en el horno durante una hora, dándoles una vuelta cada 15 minutos para que se hagan de forma uniforme y barnizando la parte superior con la marinada para que vayan tomando su color y sabor. Al terminar, las apilamos en una tabla formando un montón y barnizamos la parte exterior con los jugos que quedaron en la fuente mezclados con otra cucharada de salsa barbacoa, para darles el brillo y el "pringue" final.
2. Pizza a la carbonara

La receta de la pizza carbonara es, curiosamente, la más buscada en internet, y aunque es un plato sacrilego para los ortodoxos de la cocina italiana, es muy fácil de hacer, a los niños les encanta y a muchos padres seguro que también
Ingredientes: Masa de pizza casera o refrigerada, Nata líquida para cocinar, 100 ml, Bacon, 200 g, Queso Mozzarella 1 bola, Champiñones laminados 4 Pimienta negra molida al gusto y Queso rallado para pizza (variado) 100 g
Elaboración: Comenzamos preparando la masa de pizza, -podéis usar una refrigerada si vais con prisa- o amasar nuestra masa casera. Para hacer la salsa carbonara, comenzamos cortando el bacon en tiras muy finas y las salteamos en una sartén hasta que comiencen a soltar su grasa. Las reservamos que ya se terminarán de cocinar en el horno. En la grasa que hayan soltado, salteamos los champiñones laminados vuelta y vuelta, reservándolos también. Después añadimos la nata líquida y 50 g de queso rallado en hilos -cualquier mezcla que nos guste- y la reducimos hasta que empiece a fundirse el queso. Extendemos la masa o base de la pizza, ponemos tres o cuatro cucharadas sopera de la salsa de nata y queso sobre ella y la extendemos bien con el dorso de una cuchara. Después añadimos la mozzarella desmigada en trocitos, los taquitos de bacon y champiñones y el resto del queso rallado en hilos. Añadimos un poco más de la salsa carbonara que hemos elaborado, -repartiéndolos por toda la superficie de la pizza-, espolvoreamos con abundante pimienta negra y la cocinamos en el horno precalentado a 230º durante unos 15 minutos hasta que los bordes de la pizza comiencen a tostarse.
Receta completa de la pizza a la carbonara
3. Alitas de pollo con tomate

Esta receta de alitas solo tiene tres ingredientes y dos secretos para que quede perfecta: una salsa de tomate casero y una fritura perfecta de las alitas.
Ingredientes: 6 alitas de pollo, finas hierbas y especias al gusto, salsa de tomate.
Elaboración: Cortamos las alitas separando las dos porciones. Utilizaremos dos bolsas de vacío, metiendo en una los "muslitos" y en la otra las otras secciones. En cada bolsa, añadimos una cucharada de aceite de oliva, y las hierbas y especias que más nos gusten para condimentar nuestras alitas. Si tenemos utensilios para cocinar al vacío con la técnica sousvide, dejamos las alitas a 60º durante una hora. Así estarán muy muy tiernas, listas para pasar por la sartén donde las doraremos hasta que queden bien crujientes. Si no tenéis utensilios para esta técnica, no os preocupéis porque podeís cocer las alitas con el fuego al mínimo, evitando que el agua llegue a hervir. Con unos 40 minutos será suficiente para dejar las alitas bien cocinadas por dentro. Finalizamos la receta friendo las alitas y escurriendolas bien en un papel absorbente. Después les faltarán nada más unos minutos de cocción en el tomate frito, dejando que tomen sabor sumergidas en la mejor salsa de tomate que hayamos hecho este verano, con tomates maduros llenos de aroma.
4. Pizzadilla

La pizzadilla es un híbrido entre pizza y quesadilla que consiste, básicamente, en preparar el omnipresente plato italiano usando una tortilla de trigo como masa. De primeras puede resultar un engendro, pero os aseguramos que, con la debida técnica, se obtiene un sustituto de la pizza más que decente (mucho mejor, en cualquier caso, que tirar de precocinados). Es, además, súper fácil de preparar.
Ingredientes: Queso mozzarella, queso parmesano, salsa de tomate, albahaca, pimienta negra molida, aceite de oliva virgen extra, chorizo, tortillas de trigo.
Elaboración: Encendemos el horno y dejamos que se caliente a máxima potencia. Mientras, untamos la sartén con aceite de oliva virgen extra. Es importante que toda la sartén esté impregnada de una fina capa de aceite, suficiente para que la tortilla se dore y no se pegue, pero no quede frita. Para ello lo ideal es echar un poco de aceite en papel de cocina y untar la sartén usando este. Colocamos el fuego a máxima potencia. Una vez la sartén esté caliente (inmediatamente si usamos una de hierro colado, pasados unos dos minutos en una convencional) colocamos la tortilla. Se consigue un crujiente más firme si colocamos la parte de la tortilla con burbujas más finas boca abajo (las hay que no tienen diferencia, y se puede hacer igual). Mientras se va tostando la tortilla colocamos encima los ingredientes como si de una pizza convencional se tratara. Primero la salsa de tomate (a poder ser casera), después el queso Mozzarella, algún otro queso de nuestra elección (Parmesano o Grana Padano son siempre una buena opción), albahaca y/o orégano, pimienta negra y cualquier ingrediente que nos apetezca. Nosotros hemos usado chorizo de León, pero se le puede poner cualquier cosa, siempre que no pongamos demasiados ingredientes: beicon, jamón, champiñones, pimiento, cebolla… Una vez hayamos colocado todos los ingredientes la tortilla debería estar ya relativamente dorada, pero es mejor comprobarlo, y dejar la pizzadilla en la sartén unos minutos más si no es así. Una vez que veamos que la tortilla está más o menos crujiente es el momento de introducir la sartén en la parte alta del horno. Basta entre tres y cinco minutos a máxima potencia para que el queso se funda. Si hemos hecho la operación correctamente, la pizzadilla se puede extraer de la sartén con ayuda de una espátula sin problemas y cortarse como si de una pizza convencional se tratara. La prueba del algodón de que ha quedado como Dios manda es que podemos sujetar un pedazo con la mano sin que se doble del todo.
5. Fajitas al horno

Esta es la forma más fácil (y más sabrosa) de preparar el icónico plato de la cocina Tex-Mex. No vamos a encender ningún fuego, solo utilizaremos el horno, y una única bandeja o fuente.
Ingredientes: 60 ml de zumo de limón, 60 ml de salsa de soja, 50 ml de aceite de oliva virgen extra, 30 ml de miel, 1 cucharadita de comino molido, 1 cucharadita de pimienta negra molida, 1 cucharadita de chile molido o pimentón picante, un diente de ajo grande, un pimiento rojo pequeño, un pimiento amarillo pequeño, una cebolla blanca o morada y 400 g de contramuslos de pollo deshuesados sin piel.
Elaboración: Unas horas o la noche antes, sacar el pollo de su envase, retirar posibles restos de grasa, hueso o plumas, y secar con papel de cocina. Poner en una bolsa de congelación. Batir con unas varillas el zumo, la salsa de soja, el aceite, la miel, el ajo muy picado y las especias. Separar 50-60 ml y echar el resto sobre el pollo, mezclar muy bien, cerrar sacando el máximo de aire y dejar en la nevera, como mínimo, dos horas. Reservar también en la nevera el resto de la sasla que hemos retirado. Precalentar el gratinador del horno al máximo y preparar una bandeja de unos 36x26 cm. Preparar las verduras lavando los pimientos y cortándolos en tiras sin las semillas; cortar en juliana o plumas la cebolla. Sacar el pollo retirando el exceso de marinada, distribuir en la bandeja y hornear en el nivel más alto durante unos 5 minutos; girar las piezas y hornear 4-5 minutos más. Puede necesitar más tiempo, tiene que quedar bien dorado. Cambiar el horno a calentar con calor arriba y abajo a 220º C. Sacar la bandeja, retirar el pollo a un plato y poner las verduras en una sola capa. Echar el resto de la marinada reservada, remover bien rascando el fondo con una espátula y hornear a media altura hasta que todo esté bien cocinado, removiendo a mitad del tiempo, unos 20-25 minutos. Mientras, cortar el pollo en tiras usando un buen cuchillo. Cuando las verduras estén casi listas, echar la carne sobre ellas, remover bien y hornear todo junto unos pocos minutos más. LLevar a la mesa con la bandeja.
6. Crêpes

Las crêpes son el perfecto comodín para cocinar con niños, pues el adulto puede cocinarlas y los pequeños rellenarlas. Se pueden, además, rellenar de mil formas, para desayunar, comer o cenar.
Ingredientes: 2 huevos L, 110 g de harina de repostería, 240 ml de leche, 15 ml de azúcar, 2 g de sal, ralladura de limón al gusto, esencia de vainilla al gusto, mantequilla o aceite para cocinar.
Elaboración: La masa de crêpes puede prepararse con batidora de varillas o en el vaso de una batidora de las que se emplean para batidos. Con unas varillas corrientes manuales también salen bien, tal y como he hecho para esta receta. Yo tengo la costumbre de preparar la masa en una jarra grande para poder verterla directamente después sobre la sartén; es mucho más práctico. Disponer los huevos en el recipiente que usemos y añadir la leche, el agua -opcional-, el azúcar, la sal, la ralladura de limón o vainilla -si usamos- y batir bien. Añadir la harina tamizada y batir con energía hasta que no queden grumos. Tapar y dejar reposar como mínimo 30 minutos -mejor una hora-, en la nevera si hace calor o dejamos pasar más tiempo. Engrasar con aceite neutro o mantequilla derretida una buena sartén antiadherente o crepera. Calentar hasta que coja buena temperatura. Echar una porción de masa en el centro (unos 60 ml), sujetando la sartén fuera del fuego con la otra mano, y girar rápidamente para extenderla por toda la superficie. Bajar un poco la temperatura y dejar cocinar uno o dos minutos, hasta que los bordes se doren y se despeguen. Dar la vuelta con una espátula fina, con cuidado de no romper la masa, y dorar medio minuto o un minuto más por el otro lado. Retirar a un plato y continuar con el resto de la masa hasta terminarla. Mantener tapados con un paño limpio o plástico film para que mantengan el calor y no se resequen. Si hemos encendido el horno ese día podemos aprovechar el calor residual para mantenerlos calientes a la hora de servir.
7. Hamburguesa de secreto con cebolla y queso manchego

No podía faltar una hamburguesa en esta lista, pero hemos optado por una algo distinta, elaborada con secreto de cerdo. La carne de secreto, tiene una importante cantidad de grasa en su composición por lo que para no abusar de ese componente, lo ideal es mezclarlo con un poco de magro de cerdo, consiguiendo así una proporción idónea.
Ingredientes: 250 g de secreto de cerdo ibérico, 75 g de magro de cerdo, una cucharada de mostaza de Dijon, una cucharada de pan rallado, 50 g de queso manchego, una cucharada de mayonesa, dos pimientos del piquillo, unas hojas de cogollo de lechuga, una cebolla, pan de hamburguesa.
Elaboración: Para preparar nuestras hamburguesas necesitaremos que el secreto y el magro estén bien picados, cosa que podéis pedir de antemano a vuestro carnicero, o hacerlo vosotros mismos en casa con una picadora o bien a cuchillo, como he hecho yo. Una vez picada la carne, añadimos una cucharada de pan rallado y otra de mostaza y mezclamos con un tenedor hasta que quede todo bien integrado. Ponemos la parrilla a calentar y ponemos en ella una rodaja de cebolla para que se vaya haciendo. Entre tanto, vamos formando las hamburguesas dividiendo la masa en dos partes, haciendo dos bolas y aplastándolas ligeramente sin apelmazarlas mucho. Cocinamos las hamburguesas de secreto a la plancha durante 4 minutos por cada lado y tostamos el pan de la hamburguesa para que su superficie esté crujiente. Montamos las hamburguesas colocando las hojas de lechuga sobre el pan ligeramente untado con mayonesa, y completamos con la cebolla a la plancha, unos bastones de queso manchego y unas tiritas de pimiento del piquillo que habremos pasado también por la plancha.
8. Patatas bravas

Aunque están cerrados los bares, podemos disfrutar de algunas de nuestras tapas más queridas en casa, como es el caso de las patatas bravas, que gustan siempre a todo el mundo, y son el perfecto acompañamiento para cualquier otro plato de esta selección.
Ingredientes: 1/2 cebolla, 1/2 cucharada sopera de pimentón dulce, una cucharada sopera de pimentón picante, 2 cucharadas soperas de harina, 500 ml de caldo de pollo, 3 patatas medianas, 3 cucharadas soperas de salsa brava, aceite de oliva virgen extra, sal y un poco de perejil para decorar.
Elaboración: Para hacer la salsa, comenzamos picando la cebolla muy fina y pochándola en una sartén amplia con 4 cucharadas de aceite de oliva. Dejamos que la cebolla se vaya haciendo a fuego muy lento y antes de que tome color, añadimos el pimentón dulce y el pimentón picante, mezclando bien con la cuchara. Incorporamos la harina, la cocinamos un minuto o dos y cuando se ligue con el aceite formando un roux, añadimos el caldo de pollo poco a poco como cuando se hace una velouté (una especie de bechamel en la que en lugar de leche se utiliza caldo). Cocinamos durante diez minutos para que el pimentón y la harina no queden crudos. Finalmente, trituramos la salsa con una batidora y la pasamos por un colador fino para que quede perfecta. Para preparar las patatas, las pelamos bien y las cortamos en trozos irregulares que puedan caber en la boca de un solo bocado. Ponemos a calentar el aceite de oliva y las freímos a fuego medio hasta que comiencen a dorarse. Hay quien las prefiere cocer dos o tres minutos antes de freírlas pero no es necesario. Escurrimos bien las patatas dejándolas sobre un papel absorbente de cocina y las cubrimos sin excedernos con 3 cucharadas soperas de salsa brava, dejándolas sin cubrir del todo. Las espolvoreamos con una pizca de perejil picado y las servimos muy calientes, poniendo más salsa brava aparte.
9. Rosbif con cebollas y gajos de manzana confitados

La sencillez no está reñida con la elegancia. Esta receta es muy fácil de preparar y envolverá el Día del Padre de un halo más sofisticado, pero igual de sabroso. La guarnición se puede cambiar por cualquier otro acompañamiento, como unas buenas patatas fritas.
Ingredientes: Kilo y medio de lomo de ternera, 2 manzanas, 12 cebollitas francesas, 50 g de mantequilla, vino tinto o brandy, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Elaboración: Comenzamos dorando el lomo de ternera o rosbif -que habremos mallado o pedido que nos aten en la carnicería-, en una sartén con 20g de mantequilla. No temáis dejarlo un par de minutos por cada cara. Por dentro apenas se cocinará pero tomará un estupendo color para después. Además, debido a las reacciones de Maillard de caramelización la salsa tendrá luego un color más oscuro y será más sabrosa. En una fuente de horno ponemos la carne, la mantequilla que haya quedado en la sartén, las cebollitas y añadimos una cucharada sopera de aceite de oliva. Salpimentamos ligeramente y horneamos. Podéis hacer la carne a 190º durante una hora y media, para un aspecto más cocinado y de color pardo, o si como a mí os gusta la carne sonrosada pero cocinada, como se ve en la foto del collage un poco más abajo, asarla a 130º durante dos horas. Si metéis una sonda en el centro podréis controlar la temperatura en el corazón de la pieza para dejarla a vuestro gusto. Una vez cocinado el rosbif, dejamos que repose, envuelto en papel aluminio durante 20 minutos para que los jugos recirculen y se asienten. Además así será mucho más fácil cortar tajadas finitas. Mientras, retiramos las cebollas que se habrán cocinado muy lentamente con la carne y sus jugos. Para hacer la guarnición, cortamos dos manzanas en gajos como si fueran patatas y las doramos con 30g de mantequilla. Cuando estén las manzanas, metemos también las cebollas confitadas y las doramos para que tengan mejor pinta. Para hacer la salsa, recogemos los jugos de la cocción que quedaron en la fuente del horno, desglasamos con un chorrito de vino o cognac y trituramos con la batidora, añadiendo una de las cebollitas confitadas para que la salsa tenga más cuerpo. Servimos aparte en salsera.
10. Torreznos de Soria

Si lo preparamos bien, no hay nada mejor que un buen torrezno. Y cualquier padre de bien se sentirá realizado al comérselo. La clave de este torrezno reside en la panceta adobada típica de Soria, que ya se puede encontrar en muchos supermercados (y nadie parece estar acaparándola como ocurre con el papel higiénico).
Ingredientes: torreznos de soria (panceta adobada), aceite de girasol.
Elaboración: Antes de ponerte manos a la obra, pide a tu carnicero que corte los torreznos con un grosor de unos tres centímetros (o, si tienes la panceta entera, córtalos así en casa). Esta es la anchura óptima para que el torrezno no quede muy seco y, además, se mantenga erguido en la sartén. Lo ideal es no meter la panceta en la nevera, pues se humedece y dificulta su cocción, pero si necesitas conservarla refrigerada para que aguante más trata de sacarla con bastante antelación para que se oree. Si no sacas la panceta antes de la nevera te va a costar mucho más tiempo cocinarla en condiciones. Coloca los torreznos con la piel boca abajo sobre una sartén y cúbrelos con aceite de girasol a media altura: la piel debe quedar totalmente cubierta por aceite. Enciende el fuego a baja potencia y deja que el aceite se vaya calentando. Poco a poco se irán formando burbujas en la corteza, que tiene que levantarse del todo, hasta que quede completamente hinchada. El tiempo en el que se logra esto es muy variable y puede ir de los 25 minutos (si la panceta está bien seca) a una hora, dependiendo también del fabricante. Basta con vigilarlo de vez en cuando, tendiendo cuidado de que la corteza siempre quede boca abajo. Como el fuego está muy bajo no va a quemarse y la panceta se cocinará muy lentamente, que es lo que nos interesa para que quede jugosa. Cuando la corteza se haya levantado por completo sube el fuego al máximo y coloca los torreznos de lado. Cocínalos aproximadamente un minuto por cada lado, o hasta que se doren, y sácalos sobre papel absorbente.
11. Francesinha

Otra gochada fácil de hacer ideal para nuestro Día del Padre en cuarentena es este popular sándwich portugués, tan contundente como sabroso. El embutido se puede cambiar en función de lo que tengáis en la nevera.
Ingredientes: dos rebanadas gruesas de pan de molde, 4 lonchas de queso, 2 lonchas de ternera asada, 2 salchichas de carne de cero, 150 g de salsa española, harissa, tabasco, cayena o pimentón picante algusto, aceite de oliva virgen extra.
Elaboración: Comenzamos por la salsa que requiere de muy poca elaboración, sobre todo si tenemos la salsa española lista. Añadimos una pequeña cantidad de tabasco, harissa o pimentón picante a la salsa española. Al gusto, dependiendo del punto picante que le queramos dar. Removemos bien y reservamos. En una sartén, sin nada de aceite pues su propia grasa es suficiente, cocemos las salchichas a fuego suave. Las volteamos de vez en cuando para que no se quemen. Una vez listas y atemperadas, las cortamos por la mitad a lo largo. Tostamos las rebanadas de pan ligeramente y montamos el sándwich alternando los distintos ingredientes: rebanada de pan, loncha de queso, ternera asada, loncha de queso, loncha de jamón, loncha de queso, salchichas, loncha de queso y, por último, rebanada de pan. Los ingredientes se puede variar al gusto. En vez de ternera se puede usar cinta de lomo, incorporar chorizo, beicon u otras carnes de cerdo, añadir una rebanada de pan intercalada entre las capas de carne y queso, cubrir con queso antes de salsear, etc. Una vez montado el sandwich lo cubrimos con la salsa picante que tenemos reservada y lo introducimos en el horno, pre-calentado a 180, durante cinco minutos. Lo suficiente para que tome temperatura y se funda el queso.
12. Nachos con queso y jalapeños

Esta es, junto al guacamole, la mejor salsa con la que acompañar unos nachos. Podemos servirla en un cuenco poniendo los nachos o totopos a su alrededor, o, si lo preferimos, cubrirlos con la crema.
Ingredientes: 2 chiles jalapeños, sal y pimienta al gusto, 100 ml de vinagre de vino blanco, 2 dientes de ajo, 2 cucharadas de aceite de girasol, 1 cebolla, 300 ml de leche, 300 g de queso cheddar, 300 g de queso emmental, un manojo de cilantro fresco, una cebolleta, nachos de maíz para acompañar.
Elaboración: Picamos uno de los jalapeños en aros y lo colocamos en un tazón pequeño, para marinarlo con vinagre. También podemos utilizar jalapeños encurtidos en conserva. Por otro lado, ponemos en una cacerola los dientes de ajo, la cebolla y el otro jalapeño todo bien picado. Salpimentamos y cocinamos con aceite de girasol hasta que todo se poche, durante unos 5 o 6 minutos a fuego lento, removiendo de vez en cuando y evitando que se dore la cebolla. Agregamos la leche y cuando esté bien caliente, vamos incorporando el queso, rallándolo para que se derrita antes. Hay que ir añadiendo el queso poco a poco, para que no se vaya al fondo y se queme. Siempre vigilaremos que se va derritiendo antes de ir incorporando un nuevo puñado, hasta que el queso esté completamente fundido, lo que nos llevará otros 10 minutos aproximadamente. Una vez hayamos conseguido una crema fluida, probamos y rectificamos de sal y pimienta y la pasamos a un bol, decorándolo con un poco de crema agria, la parte verde de la cebolleta muy picada y los jalapeños encurtidos, terminando con unas hojas de cilantro. Serviremos la crema acompañada de los nachos o totopos para mojar.
13. Sandwich de pera, gorgonzala y beicon

Este sándwich de pera, gorgonzola y beicon es una auténtica delicia. No podrás dejar de prepararlo porque esta combinación de ingredientes es un auténtico placer. Y, claro está, es facilísimo de hacer.
Ingredientes: 2 rebanadas de pan de molde o de hogaza, 2 lonchas de beicon, media pera, 50 g de queso gorgonzola, 10 g de mantequilla.
Elaboración: Comenzamos calentando la plancha donde vamos a preparar los sándwiches. Colocamos las rebanadas de pan untadas con la mantequilla en los laterales para que se vayan tostando lentamente y cocinamos ligeramente el bacon, cortando las lonchas en la mitad para que luego las podamos distribuir mejor. Colocamos ya el sándwich directamente en la parrilla para su montaje, poniendo una rebanada en la base y cubriéndola con los trozos de bacon. Pelamos una pera y la cortamos en rodajas finas. Distribuimos la pera sobre el bacon. Cortamos un poco de queso gorgonzola y lo colocamos sobre las rodajas de pera. Finalmente, colocamos la otra rebanada de pan de molde sobre el queso, dejando que el sándwich se cocine durante tres minutos por cada cara hasta que estén los panes bien dorados y el queso comience a fundirse. Opcionalmente, podemos añadir una cucharada de mermelada casera de grosellas o de cualquer sabor que os guste. En ese caso hay que untarla en la rebanada que sirvió como tapa o cierre del sándwich.
14. Mini brownies fáciles

Pasamos a la parte dulce con este brownie facilísimo que se prepara solo con tres ingredientes y en 15 minutos.
- Ingredientes: 300 g de crema de cacao y avellanas (Nocilla, Nutella o equivalente), 2 huevos tamaño M, 65 g de ahrina de trigo.
- Elaboración: Para hacer este brownie necesitamos un cuenco en el que verter la Nutella o cualquier otra crema de cacao con avellanas. A la Nutella le agregamos los huevos y batimos bien hasta que no se noten restos de estos últimos. No necesitamos de nada más que de un tenedor, pero si tenemos unas varillas y las queremos usar, mejor que mejor. A esta masa le añadimos la harina de trigo y removemos de nuevo hasta homogeneizar. Engrasamos un molde para tartaletas o cupcakes y repartimos la masa entre sus cavidades, sin llegar hasta el borde. A pesar de no llevar impulsor, la masa crece ligeramente y no queremos que se desborde. Cocemos en horno pre-calentado a 180 ºC durante 10-15 minutos, según gustos. Retiramos y dejamos atemperar antes de desmoldar.
15. Tortitas

Las tortitas son ideales si tenemos niños pequeños y preferimos celebrar el Día del Padre en el desayuno o la merienda.
Ingredientes: 30 g de mantequilla fundida, 2 huevos, 250 ml de leche entera, 5 ml de esencia de vainilla, 200 g de harina bizcochona con levadura, 15 g de levadura química, 40 g de azúcar.
Elaboración: En un recipiente hondo batimos los huevos, la leche y la esencia de vainilla. En otro recipiente tamizamos la harina junto con la levadura, agregamos el azúcar y mezclamos. Hacemos un hueco en el centro y vertemos en él los ingredientes húmedos. Removemos con unas varillas hasta integrar. Por último añadimos la mantequilla, fundida y atemperada, y batimos hasta obtener una mezcla homogénea. Cubrimos el recipiente con papel film y dejamos reposar la mezcla en la nevera durante al menos una hora, aunque lo mejor es hacerla la noche anterior y dejar que repose más tiempo. Calentamos una plancha a temperatura media. Cuando esté caliente vertemos sobre ella pequeñas porciones de la masa. Cuando empiecen a salir pequeñas burbujas en la superficie, volteamos y cocemos por el otro lado hasta dorar. Repetimos la operación hasta terminar con la masa. Para que las tortitas no se enfríen mientras hacemos el resto las colocamos sobre un plato cubierto con un trapo de cocina limpio. Las podemos conservar en el horno a baja temperatura, unos 50º C.
16. Tarta de chocolate fácil y rápida

Esta tarta de chocolate fácil y rápida se prepara en 15 minutos y no necesita más que unas horas en el frigo para coger cuerpo antes de estar lista para servir.
Ingredientes: 240 g de galletas tipo Digestive, 90 g de mantequilla a temperatura ambiente, 250 g de chocolate negro para postres, 1 l de leche entera, 2 sobres de cuajada en polvo, 50 g de azúcar, 100 g de chocolate blanco para decorar.
Elaboración: Trituramos las galletas dentro de una bolsa de plástico bien cerrada y pasando por encima un rodillo. Agregamos la mantequilla a temperatura ambiente o, incluso mejor, ligeramente fundida. Mezclamos bien para obtener una masa homogénea. Cubrimos la base y laterales de un molde desmoldable de 25 cm, aplastando bien para compactar, y guardamos en la nevera o congelador para que endurezca. Mientras tanto preparamos el relleno. Picamos el chocolate y lo calentamos en un cacito junto con la leche, los dos sobres de cuajada y el azúcar durante 10 minutos. Removemos bien para que no queden grumos. Vertemos sobre la base de galletas y dejamos cuajar en la nevera durante cuatro horas aproximadamente. Con un pelador hacemos virutas de chocolate blanco y decoramos la tarta en el momento de servir.
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